Sispony, el secreto mejor guardado de Andorra

Andorra es un verdadero paraíso para los amantes de la montaña y de los espacios naturales al aire libre. Hay un sinfín de planes que hacer en Andorra: en medio de la cadena montañosa de los Pirineos, alberga un sinfín de rutas con una exuberante naturaleza para los aficionados al senderismo, escalada, barranquismo… muchas propuestas de turismo activo y en invierno puedes encontrar un sinfín de opciones para esquiar en Andorra. También hay pueblos en Andorra con mucho encanto, no siempre demasiado conocidos. Es el caso de Sispony, un núcleo urbano que parece sacado de un cuento.

Si piensas pasar por la parroquia de La Massana en tu viaje a Andorra, te recomendamos hacer una parada en el pueblo de Sispony. Para ayudarte en tu visita, te hemos preparado una completa guía con todo lo que podemos hacer en esta joya andorrana.

Sispony y sus curiosidades

Sispony es un pueblo de la parroquia de La Massana en Andorra que está 1.360 metros de altitud, en medio de los Pirineos. Tiene alrededor de mil habitantes, por lo que sus calles tienen bastante vida y algún comercio, como una tienda de productos caseros y una de las bordas del país, así como algunos alojamientos. También podemos encontrar el famoso telecabina de La Massana, que transporta a esquiadores desde el pueblo hasta las pistas para esquiar en Pal Arinsal.

Sus calles entremezclan vestigios del pasado con edificios actuales: por un lado, hay casas de piedra y madera que recuerdan la economía de subsistencia que tenía Sispony; por otro lado, hay construcciones modernas que son un reflejo de lo que es hoy para muchos de sus habitantes: un pueblo dormitorio.

Aunque a priori parezca un pueblo tranquilo, lo cierto es que aguarda una historia llena de datos interesantes. Y es que Sispony fue, por ejemplo, lugar en el que se llevaron a cabo varios juicios de brujería entre los siglos XV y XVII contra mujeres diferentes, que normalmente apenas tenían recursos económicos, poca red social y una edad avanzada. Como un “Zugarramurdi andorrano” del que se conservan varios testimonios y documentación judicial.

Por otro lado, durante el siglo XX también tuvo un papel histórico fundamental. Y es que, pese a que Andorra fue un país neutral durante la Guerra Civil Española y la Segunda Guerra Mundial, su territorio estaba en plenas rutas de exilio político por los conflictos. Durante estos años se pasó de transportar mercancías a llevar a personas lejos del horror; de hecho, se cuenta que la Gestapo nazi pudo haber intervenido para evitar algunas de estas huidas. Uno de los chóferes de estas cadenas de evasión, Eduard Molné, fue detenido y encarcelado, y su caso se estudió con detalle.

Así que cuando pasees por las calles de Sispony, recuerda que, además de estar enclavado en un paraje espectacular, es un lugar que ha conocido episodios históricos relevantes.

¿Qué ver y hacer en el pueblo de Sispony?

Sin salir del pequeño pueblo de Sispony en Andorra, tenemos varios planes que hacer. Toma nota porque hay para todos los gustos, para los que quieren adentrarse en la cultura local, para los amantes de la arquitectura o para los aficionados al buen comer.

• Museo Casa Rull. Se trata de una de las casas más importantes de la antigua Andorra, con unas salas etnográficas que te acercan a cómo era la vida de los campesinos acomodados del lugar, aquellos que tenían muchas tierras y cultivos cuando la agricultura y la ganadería configuraban la base de la economía del país. Esta vieja e histórica vivienda es originaria del siglo XVII, aunque tuvo que ser reformada dos siglos después porque sufrió un incendio. Aún así, se conserva parte de su estructura original y objetos personales de la época. Durante la visita se puede ver un audiovisual que te ayudará a viajar en el tiempo. Por cierto, la Casa Rull aparece en la película “El fred que crema” de Santi Trullenque, sobre los refugiados, exiliados y evadidos en Andorra durante la Segunda Guerra Mundial.

• Iglesia de Sant Joan de Sispony. Continuamos hacia este templo de gran valor histórico y arquitectónico, como así lo demuestra el hecho de que esté declarado Bien de Interés Cultural de Andorra. Se construyó en 1641 sobre una antigua iglesia de origen medieval, siendo uno de los grandes ejemplos de la zona de arquitectura barroca. Es de planta rectangular, con una sacristía adosada al muro y un tejado con dos niveles diferentes. En el interior veremos muestras artísticas interesantes como una talla restaurada de época gótica del patrón del templo, San Juan, además de otra barroca de la Virgen María que sería de finales del siglo XV y principios del XVI.

• Cal Jubellà. En la parte de construcciones tradicionales de Sispony destaca esta casa pairal de planta rectangular, originaria de 1875. La historia nos cuenta que uno de sus habitantes fue uno de los 13 andorranos que pasó por un campo de concentración nazi durante la Segunda Guerra Mundial: Francesc Mora Calvet.
• El Pastador. Al salir de la iglesia de Sant Joan de Sispony nos toparemos con el local de un pequeño productor con alimentos artesanos deliciosos que vale la pena probar: mermeladas, confituras, jaleas y “chutneys” elaboradas a la manera tradicional y con ingredientes de proximidad. También hay otros productos típicos de la zona, como pimiento rojo picante “escalivat” o su clásica mermelada de cebolla agridulce. Sus elaboraciones han sido premiadas internacionalmente.

Cómo llegar a Sispony en Andorra

El pueblo de Sispony está muy cerca de La Massana, la capital de la parroquia de Andorra con la que comparte nombre. Si tomamos la provincia de Lleida como referencia, está a unos 155 kilómetros. Llegaremos a través de la C-14 en unas 2 horas y 10 minutos.
Se encuentra en la parte centro-oeste de Andorra y el acceso es fácil, ya que está al lado de la carretera general 3, por lo que no hay que seguir interminables carreteras de curvas para llegar. Seguramente por esa buena comunicación se haya mantenido su población y hoy es un pueblo dormitorio para quienes trabajan en otros municipios más grandes de Andorra.

Rutas para descubrir Sispony

Además de toda la cultura e historia que preserva el pueblo de Sispony, no podemos olvidar que estamos en Andorra, en el corazón de los Pirineos, por lo que no faltan propuestas de rutas de senderismo en Andorra para explorar sus rincones naturales practicando senderismo. Aquí os dejamos un par de rutas en los alrededores de Sispony:

• Ruta La Margineda, Pic Bony de la Pica-Sispony y vuelta a la Margineda. Se trata de un recorrido circular bastante exigente, así que solo es apta para los que están acostumbrados a caminar muchas horas y superando mucho desnivel: son 25 kilómetros y 1.430 metros de subida, ¡casi nada! Eso sí, vale la pena por todos los paisajes que se conocen, pasando por la sierra de Enclar, ascendiendo la ladera solana al Bony de la Pica y al pico Enclar y que delimita la frontera entre Andorra y l’Alt Urgell catalán. Baja de vuelta por la umbría de Sispony. Es una zona con una fauna de gran valor, ya que tiene, por ejemplo, la población de rebecos más grande del Principado. Mira hacia el cielo de vez en cuando, porque no es difícil observar aves rapaces.

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• De Sispony al Pico Enclar. Una ruta por Sispony más corta es subir hasta la cima: son poco más de 7 kilómetros y, eso sí, un ascenso considerable de mil metros. Sale de la iglesia y sube por las calles empedradas del pueblo hasta llegar a las señalizaciones del GRP, pasando por las Bordas de Fenerols y el Refugio de Sispony, uno de los refugios más conocidos de Andorra. Sigue por el collado de Montaner antes de llegar a la cumbre.

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