Has decidido ir a esquiar a Grandvalira. Sabia elección, ya que es una de las mejores estaciones de esquí de los Pirineos y de Andorra. Tiene un espectacular dominio esquiable de 210 kilómetros, que nos garantizan mucha diversión y retos diferentes durante mucho tiempo, por lo que es un buen destino para dedicar una semana de esquí y así aprovechar todos los restaurantes de Grandvalira.
Una cuestión muy importante cuando vamos a las pistas de esquí, y a la que a veces no le damos la importancia que se merece, es la alimentación en pistas. Para que te hagas una idea, una mujer consume alrededor de 400 Kcal por hora de esquí, lo que vendría a ser unas 1.600 Kcal por jornada (no salen las cuentas con todas las horas que están abiertas las pistas porque no estamos esquiando todo el rato sin pausa, ya que hacemos paradas para tomar algo, para hacer cola, para subir a los remontes, etc.); un hombre todavía quema más, unas 500 Kcal por hora y unas 2.000 Kcal por día esquiando.
Así que, como ves, es importante la cantidad y la calidad de lo que comemos en un viaje a la nieve. La excelencia de la estación de esquí de Grandvalira se ve en la gran cantidad de pistas y en lo bien cuidadas que están, pero también se aprecia en sus servicios. Entre ellos, los puntos de restauración de Grandvalira. Podemos encontrar muchos puntos para comer algo, variados en su oferta y precio, desde exquisitos menús a la carta hasta establecimientos tipo self-service y puestos de venta de comida rápida, como hamburgesas y bocadillos -de alta calidad, eso sí-.
Para que aciertes y te alimentes bien en tu escapada de esquí a Andorra, te hemos preparado una lista con el TOP 5 restaurantes que no te puedes perder.
Salta directamente a:
1. Cala Bassa Costa Rodona, uno de los restaurantes más emblemáticos.
El antiguo restaurante Costa Rodona de Grandvalira se transformó con la llegada de Cala Bassa Beach Club, uno de los más populares de las Islas Baleares. Los nuevos propietarios revolucionaron el concepto del espacio, que ahora cuenta con un Snow Lounge en Pas de la Casa y un toque muy mediterráneo, sin olvidar la cocina típica de la montaña pirenaica.
En este restaurante nos chuparemos los dedos, literalmente. Nos esperan arroces de lo más deliciosos, desde unos con carne de matanza de animales de la zona hasta arroz de marisco. Igualmente, se sirven entrecots y chuletas de carne de calidad. No faltan hamburguesas hechas con ternera de Andorra, ensaladas muy completas, ni un tono ibicenco que veremos en las aceitunas. Los postres tampoco defraudan: no dejéis de probar la Greixonera.
El Cala Bassa Costa Rodona de Grandvalira tiene servicio de interior, que agradeceremos mucho en los días fríos, y también de exterior, en una terraza con fantásticas vistas a los Pirineos que podemos aprovechar cuando salga el sol, equipada con mesas, hamacas y sofás y música DJ. Por supuesto, una buena alimentación debe ir acompañada de buena bebida: aquí tienen excelentes vinos y se sirven gin-tonics muy bien hechos. Podemos reservar cenas de montaña, solo bajo reserva previa.
2. Refugio del Llac de Pessons de Grandvalira
En las orillas de este lago, en el sector de Grau Roig de Grandvalira, podemos comer en uno de los mejores restaurantes de la estación de esquí (y casi de Andorra). Un refugio muy acogedor con sabrosos platos de cocina tradicional, como trinxats a la andorrana, escudella, huevos estrellados con jamón ibérico, carne de Kobe y Angus a la brasa, espaldas de cordero o asado de tira a la piedra de pizarra. Podemos maridarlo todo con vinos de buena calidad.
En la terraza exterior nos espera una sorpresa muy agradable: podremos pedir ostras Amélie y acompañarlas con un delicioso champagne. Para una experiencia única, reservad una cena con menú delicatessen, con productos de alta gama que enamorarán a los más exigentes.
El postre está a la altura del resto de la carta: el maestro pastelero Christian Escribà se encarga de preparar unos deliciosos dulces que, además, os sorprenderán porque están muy vinculados al mundo de la nieve, la montaña y su entorno. Los nombres ya dan algunas pistas: Pista Negra, para los locos del chocolate; La bola de nieve; o el Alud.
Otra cosa que nos encanta de este restaurante de Grandvalira es su arquitectura y ubicación. Es una típica borda andorrana, con un ambiente muy acogedor, y a 2.350 metros de altitud, junto al lago de Pessons y abrazado por el circo de origen glaciar de Colells. Os encantará comer aquí.
3. L’Abarset, el restaurante con más ambiente de Grandvalira
Este espacio mítico del après-ski en Andorra y en los Pirineos, es también uno de los imprescindibles para comer o cenar en Grandvalira. Lo encontraremos a pie de pistas, en la zona de aparcamiento del telecabina El Tarter. Abre a primera hora para servir desayunos, siguen con comidas y cierran con cenas. Así que cualquier momento del día es bueno para dejarnos seducir por un restaurante que es mucho más que eso; aquí se juntan la alta gastronomía, los buenos cócteles, la música y la fiesta, y una decoración increíble, inspirada en la naturaleza.
Este restaurante de Grandvalira arranca el día con fuertes desayunos de montaña, de los que se comen con tenedor; prosigue con una vermutería, al medio día, para tomar tapas acompañadas por buenos vinos; continua con un «après-ski & tapas», para picar tras el cierre de las pistas; y podemos acabar el día cenando de carta, con platos de cocina local en los que no falta la caldereta de ciervo, las fondues de queso ni los postres caseros, todo a unos precios más que asumibles. A partir de las 18.30 horas comienzan las sesiones de DJ.
4. Restaurante Arrosseria Pi de Migdia
El nombre de este restaurante de Grandvalira no es casual, se lo debe a un pino que está en el Pla de Ribaescorjada, muy cerca del establecimiento. Tiene un gran simbolismo, ya que los pastores lo utilizaban como una especie de reloj solar, para saber cuándo era mediodía. El restaurante está junto al telecabina de El Tarter de Grandvalira, a 2.100 metros de altitud. Para acceder a esta zona hay que tener forfait o también puedes llegar esquiando.
La cocina de esta arrocería es de lo más exquisita. Entre los entrantes, hay jamón y ostras, y como plato principal, arroces que van desde arroz con setas y foie hasta arroz caldoso de bogavante, carnes al horno y pescado fresco. Si las pistas de esquí os han dejado con hambre, este es un buen lugar para llenar al estómago con sabores genuinos. También se sirven cenas de montaña para grupos con reserva previa.
5. Restaurante Roc de les Bruixes, un restaurante rústico en Grandvalira
Cerramos el TOP 5 con los mejores restaurantes de la estación de esquí de Grandvalira en Andorra con un restaurante familiar a pie de pistas, muy acogedor y con una decoración rústica. Está en el telecabina Canillo, a donde podemos llegar esquiando o enseñando el forfait.
No dejéis de pedir platos tradicionales de montaña -es obligatorio probar el trinxat de los Pirineos-, además de carnes cocinadas a baja temperatura y carnes al grill, con un emplatado exquisito. Como no podía ser de otra manera, los postres son caseros. El restaurante Roc de les Bruixes abre de 12h a 15h y ofrece también una magnífica terraza con vistas al valle. Un buen lugar para comer con buena relación calidad-precio.