Huesca es una provincia con diferentes contrastes. En pocos kilómetros podemos pasar del paisaje árido y desértico de los Monegros a la naturaleza exuberante del Pirineo Aragonés. Y entre todo este lugar se encuentran algunos de los pueblos bonitos en Huesca que te recomendamos visitar.
Un amplio territorio bañado por espectáculos para todos los sentidos, entre parques naturales, valles y altas montañas, así como un interesante patrimonio cultural e histórico repleto de iglesias románicas, conventos y murallas.
Nos gusta Huesca porque es una compleja y apasionante fusión de cultura y naturaleza, con mucho que ofrecer y con algunos de los picos más imponentes de los Pirineos, como es el Aneto, uno de los picos más altos de España.
Bajamos de las alturas –aunque no demasiado- para conocer los 10 pueblos bonitos en Huesca que no te puedes perder en tu próxima escapada. ¡Toma nota!
Salta directamente a:
- 1 Alquézar, uno de los pueblos más bonitos en Huesca
- 2 Aínsa, un lugar con mucha historia
- 3 Lanuza, conocido por su famoso embalse
- 4 Sallent de Gállego, uno de los más famosos en temporada de esquí
- 5 Torla, conocido por alpinistas y montañeros
- 6 Ansó, uno de esos pueblos bonitos de Huesca que merece la pena conocer
- 7 Jaca, un lugar muy visitado por turistas y esquiadores
- 8 Roda de Isábena, una parada obligatoria
- 9 Benasque, el punto de partida para subir al Aneto
- 10 Graus, un lugar encantador y uno de los pueblos más bonitos en Huesca
Alquézar, uno de los pueblos más bonitos en Huesca
No podía tener una mejor carta de presentación: está considerado como uno de los “Pueblos más bonitos de España”. Como podías intuir por su nombre, es de origen árabe y tiene sus casitas dispuestas de tal manera que forman una media luna, confiriendo una panorámica muy peculiar y característica de uno de los pueblos bonitos en Huesca más interesantes.
Hay mucho por ver en esta villa medieval de origen árabe, desde sus Pasarelas de Alquézar, un espectáculo natural que podemos recorrer en unas dos horas y con una orografía sobrecogedora, hasta las murallas-fortaleza de Alquézar, construida en el siglo IX y que es Bien de Interés Cultural, o la monumental colegiata de Santa María, una joya arquitectónica con capitales con mucha historia y murales que datan del siglo XVI. ¡No te olvides de maridar tu visita con un fantástico vino Somontano de la zona!
Aínsa, un lugar con mucha historia
Podemos decir sin rubor que Aínsa es de nuestros pueblos bonitos en Huesca favoritos por su arquitectura y entorno que le rodea. Se alza sobre un cerro que adquiere la peculiar forma de proa de un barco y cuenta con una ciudadela con mucha historia, construida en el siglo XI y que hoy está declarada Conjunto Histórico-Artístico.
En Aínsa podremos pasear por un casco antiguo que parece sacado de una película medieval, con callecitas con adoquines. Además, vale la pena acercarse a la iglesia románica de Santa María, que está considerada de los mejores ejemplos de este estilo en el Alto Aragón. Sin duda, este pueblo está considerado uno de los pueblos del Pirineo Aragonés más bonitos.
Lanuza, conocido por su famoso embalse
Si por algo es conocido el pueblo de Lanuza es por el embalse al que da nombre y que se construyó en el año 1976, uno de los mejores lagos del Pirineo. Las aguas del pantano conllevaron el despoblamiento del municipio, hasta quedan completamente vacío dos años después. Sin embargo, algunas casas sobrevivieron al sumergimiento del pueblo y algunos de sus propietarios volvieron a ellas, en un proceso de recuperación que hoy todavía continúa en marcha.
Así que Lanuza, a punto de desaparecer, es un ejemplo de resiliencia y ha recuperado parte de su pasado esplendor. Hoy podemos pasear por sus calles, visitar la iglesia de El Salvador (del siglo XIX) e incluso asistir al festival Pirineos Sur, que une cultura y música en un escenario flotante sobre las aguas del embalse. Está claro que visitar alguno de estos pueblos es uno de los mejores planes que ver y hacer en el Pirineo Aragonés si queremos descubrir los mejores rincones del territorio.
Sallent de Gállego, uno de los más famosos en temporada de esquí
Muy cerca de Lanuza está otro de los pueblos bonitos en Huesca más conocidos y que no puedes dejar de visitar: Sallent de Gállego.
Es popular por su cercanía a la estación de esquí de Formigal-Panticosa. Además de esquiar en el Pirineo Aragonés en temporada de nieve, también es punto de partida habitual para montañeros que hacen ruta a los picos e ibones (lagos glaciares) de los alrededores.
De hecho, desde este pueblo podemos seguir el sendero GR-11 y llegar hasta el Balneario de Panticosa.
En Sallent de Gállego podemos visitar su plaza y casco histórico, cerca del río Aguas Limpias, y conocer su iglesia románica Nuestra Señora de la Asunción, la Torre de los Martón o el Puente del Paco, con una preciosa postal del pueblo.
Torla, conocido por alpinistas y montañeros
El pueblecito de Torla es muy conocido por los montañeros y alpinistas, ya que es de aquí desde donde se parte hacia la pradera de Ordesa, para seguir hacia la popular cascada de la Cola de Caballo y, los más fuertes y valientes, para intentar ascender el siempre imponente Monte Perdido.
Pero además de ser una puerta clásica al Pirineo Aragonés, Torla es de los pueblos bonitos en Huesca que hay que visitar por lo coqueto de su trama urbanística, con una esencia medieval con sus callecitas estrechas y empinadas y panorámicas que parecen sacadas de un cuento.
Ansó, uno de esos pueblos bonitos de Huesca que merece la pena conocer
Otro de los pueblos bonitos en Huesca ideales para los amantes de la montaña. Y es que Ansó está cerca del valle de Zuriza y Linza (desde donde se sube a la mítica Mesa de los Tres Reyes), así como el Paisaje Protegido de las Foces de Fago y Biniés.
En el núcleo poblacional, nos esperan calles de piedra, que también forman parte de las casas tradicionales de la zona.
En los callejones de Ansó podemos visitar la iglesia de San Pedro y la ermita de Santa Bárbara, donde está el curioso e interesante museo del Traje Típico Ansotano. Además, recuerda que si decides haceralguna ruta por esta zona, podéis visitar el refugio de Linza, uno de los más conocidos de la zona.
Jaca, un lugar muy visitado por turistas y esquiadores
Sin duda, uno de los pueblos bonitos en Huesca que bien merece una visita es Jaca. Aunque de pueblo ya tiene poco, ya que su población roza los 13.000 habitantes gracias al turismo y a las estaciones de esquí que le rodean, como Astún-Candanchú y Formigal-Panticosa.
Entre los principales atractivos de Jaca está su importante patrimonio románico, donde destaca la Catedral. También hay que conocer la Ciudadela de Jaca, el Fuerte del Capitán y la Muralla de Jaca, puntos defensivos muy relevantes en el municipio. Además, tras el derribo de la muralla medieval, el pueblo se subió al tren de la modernidad, como se puede ver en algunos edificios modernistas.
Roda de Isábena, una parada obligatoria
Es otro de los “Pueblos más bonitos de España” y, por tanto, de Huesca. Además, también es de los más pequeños que tiene una catedral, y es que en la actualidad apenas viven una treintena de personas.
Eso sí, tiene su relevancia, ya que es de los máximos exponentes del románico en Aragón. Una visita imprescindible entre la sierra de Serraduy y el Morrón de Güell.
Benasque, el punto de partida para subir al Aneto
No podemos excluir de esta lista otro de los pueblos bonitos en Huesca más clásicos del montañismo como es Benasque. Punto de partida mítico para subir el Aneto, una de las rutas de senderismo en el Pirineo Aragonés más famosas, y otros elevados picos del Pirineo Aragonés, es un destino obligatorio para los amantes de las alturas y de los deportes de aventura. Hay mucho ambiente montañero en su pequeño casco urbano, además de estar repleto de tiendas relacionadas con equipo y material de montaña. Además, algunas de las mejores rutas de Benasque ofrecen unas panorámicas de ensueño.
Nos recibe con una típica y bonita arquitectura popular pirenaica que mezcla diferentes estilos, desde el románico hasta el Renacimiento.
Graus, un lugar encantador y uno de los pueblos más bonitos en Huesca
Cerramos la lista de los pueblos bonitos en Huesca (¡aunque hay muchos más!) con Graus, uno de los más encantadores.
Para empezar, su casco histórico es de gran belleza y por algo está declarado Conjunto Histórico-Artístico: pasea por su Plaza Mayor rectangular y con preciosas fachadas de colores y párate a mirar los diferentes edificios del municipio, con fachadas sorprendentes.
También hay que ver la iglesia parroquial de San Miguel y el templo gótico de la Basílica de Nuestra Señora de la Peña, que está en un alto desde el que se tiene una buena panorámica de Graus y de su entorno. Está claro que hacer turismo por los pueblos del Pirineo Aragonés es uno de los mejores planes que hacer y que ver en Huesca.