Con el frío llegan los días cortos, es el momento en el que muchos se recogen en casa, el ritmo biológico baja y nos invita a estar en el sofá con la mantita. Es tiempo de nostalgia, de reflexión, de misterio… Pero no te pases. Con el invierno y la bajada de las temperaturas, tenemos muchos motivos para salir y descubrir pueblos y paisajes nevados de ensueño desde otra perspectiva.
Es el momento en el que llega la nieve, abren las estaciones de esquí y muchas zonas de interior se tiñen con un espectacular manto blanco. ¿Te lo vas a perder? Así que abrígate bien, coge una buena chaqueta, guantes, gorro y bufanda y anímate a descubrir paisajes de postal y siéntete como si estuvieras en una película. ¡No te arrepentirás de haber salido de la confortabilidad del hogar! Para ir abriendo boca, toma nota de los mejores paisajes con nieve que puedes conocer este invierno.
Salta directamente a:
- 1 Barós, idílicos paisajes nevados en Huesca
- 2 Salardú, los mejores paisajes nevados de Lleida
- 3 Espot, un municipio de montaña con espiritu deportista
- 4 Argüeso, un pueblo de Cantabria con un castillo lleno de historia
- 5 Ochagavía una aldea en Navarra bañada de ríos
- 6 Sotres, paisajes nevados de postal en Asturias
- 7 Monachil, una estación de esquí en Granada
- 8 Linares de Mora, paisajes nevados de la Sierra de Gúdar
- 9 Mogroviejo, un pueblo de Cantabria donde se grabó Heidi
- 10 Oncala, los increibles paisajes nevados de Tierras Altas
- 11 Anento, una aldea de Zaragoza con un ambiente rústico
- 12 Castro Caldelas, declarado Conjunto Histórico Artístico
Barós, idílicos paisajes nevados en Huesca
Cerca del bonito pueblo de Jaca está su pedanía Barós, a 933 metros de altitud, en las faldas de la Peña de Oroel. Es una de las estampas más bonitas que podemos encontrarnos en invierno cuando ha nevado. Aquí los copos abrazan la iglesia de San Fructuoso, una de las construcciones de la zona que combinan arte lombardista y jaqués. Es una escapada ideal para complementar a un día de esquí durante tu viaje a Formigal – Panticosa. Además, aquellas personas que no sepáis que hacer en Formigal si no esquías, visitar los alrededores es una de las mejores opciones. No olvidemos que en esta conocida estación también se puede disfrutar de Marchica, uno de los mejores après-ski.
Salardú, los mejores paisajes nevados de Lleida
Esta es la capital del municipio Alto Aran, en el famoso valle catalán en el que está la popular estación para esquiar en Baqueira-Beret. Se trata de una antigua villa medieval fortificada que todavía conserva restos del viejo castillo y de algunos edificios del siglo XII. Al estar en medio de los Pirineos, cuando nieva el pueblo se cubre de un manto blanco, y también las altas montañas de sus alrededores, regalando unos paisajes nevados de ensueño. Mucha gente se queda con la idea de visitar Baqueira en verano, pero en temporada de invierno tiene un encanto único.
Espot, un municipio de montaña con espiritu deportista
Nos vamos a un precioso pueblo medieval que es puerta de entrada al Parque Nacional d’Aigüestortes i Estany de Sant Maurici. Se tiene constancia de que existe Espot desde mediados del siglo IX y eso se nota cuando paseamos por sus calles y cruzamos su puente románico. Además, si quieres esquiar en Espot, cerca hay una estación de esquí, por lo que el invierno se llena de ambiente y hace que sea el mejor momento del año para visitarlo. Uno de los paisajes en la nieve que vale la pena visitar. Además, estamos hablando de que Espot y Port Ainé son estaciones ideales para debutantes.
Argüeso, un pueblo de Cantabria con un castillo lleno de historia
Nos dirigimos a unos paisajes nevados de ensueño en invierno, a un pueblo con apenas un centenar de habitantes: Argüeso. Este núcleo poblacional realmente pertenece a la Hermandad de Campoo de Suso, en el valle del Híjar.
Aquí destaca el castillo de San Vicente, que se alza sobre el pueblo desde un alto y que tiene una apariencia encantadora cuando ha nevado. Igualmente, el casco urbano de Argüeso es de los que merecen la pena visitarlos sin rumbo y sin prisas, descubriendo sus plazuelas, sus estrechas callejuelas y sus casas con portaladas, ventanos y arcos.
En el norte del valle de Salazar, en pleno Pirineo Navarro, encontramos esta joya a 764 metros de altitud. El pueblo está bañado por los ríos Anduña y Zatoía y sus calles están adoquinadas y coronadas por la silueta del santuario de Muskilda. En invierno, Ochagavía nos brinda paisajes nevados de cuento, con casas de tejados empinados de teja plana a dos o cuatro aguas, palacios medievales, caseríos con blasones y puentes de piedra.
Sotres, paisajes nevados de postal en Asturias
El pueblo de Sotres es uno de esos que ya son preciosos cuando no hay nieve; así que imagínate cómo es cuando queda cubierto de blanco por los copos en invierno. Aquí vivirás la experiencia de ver cómo es un auténtico pueblo de montaña en la época más ruda del año, a 1.050 metros de altitud, ubicado entre grandes cumbres y pequeños valles. Déjate seducir por sus paisajes nevados de ensueño.
Monachil, una estación de esquí en Granada
¿Playa o montaña? ¿Nieve o sol? ¿Por qué hay que elegir? El pequeño pueblo de Monachil lo tiene todo. Es la puerta de acceso a la estación de esquí de Sierra Nevada, pero está a tiro de piedra de la costa granadina. Parece un pueblo distinto cuando Monachil se llena de paisajes en la nieve, con tejados nevados y nubes bajas. Sin duda, se trata de uno de los mejores lugares para disfrutar de la nieve en España.
Linares de Mora, paisajes nevados de la Sierra de Gúdar
En esta ocasión viajamos a la sierra de Gúdar, una zona preciosa para conocer paisajes nevados de ensueño en invierno. Según los documentos más antiguos que existen, hay constancia de que exista población en Linares de Mora desde el siglo XII, por lo que sus calles rezuman historia.
De hecho, el casco histórico del municipio está declarado Conjunto Histórico Artístico y Bien de Interés Cultural. No dejes de descubrir sus alrededores practicando senderismo o con raquetas de nieve, si fuera necesario. Cerca están las estaciones de esquí de Valdelinares y Javalambre, unas de las mejores si quieres esquiar barato.
Mogroviejo, un pueblo de Cantabria donde se grabó Heidi
Nos vamos a un rincón inspirador, a un pueblo que, si nos plantaran en medio de sus calles y no nos dijeran dónde estamos, bien podríamos pensar que nos encontramos en medio de Suiza.
De hecho, aquí se grabó parte de la película “Heidi, la reina de la montaña”. Mogroviejo está en el Valle de Liébana, un lugar mágico para contemplar paisajes nevados con mucho encanto, con las montañas como telón de fondo. El municipio está declarado Bien de Interés Cultural y Conjunto Histórico.
Oncala, los increibles paisajes nevados de Tierras Altas
En la comarca de Tierras Altas podemos visitar este acogedor pueblo rústico que nos recibe con terrenos escarpados y valles. Aquí los inviernos son largos y duros, pero bien merece una visita.
El entorno está repleto de pinos, encinas, hayas, fresnos y abedules, entre una variada flora; también hay ciervos, corzos, jabalíes y grandes rapaces. Un tesoro de la España rural que alberga la iglesia de San Millán de Oncala, que está declarada Bien de Interés Cultural. Ideal para dejarse seducir por silenciosos paisajes nevados.
Anento, una aldea de Zaragoza con un ambiente rústico
Es uno de los pueblos nevados más bonitos para visitar en invierno. Conserva el encanto rústico de los lugares con poca gente, ya que aquí apenas vive un centenar de personas. Está a 919 metros de altitud, por lo que las condiciones invernales son duras, así que abrígate bien.
Destaca en su núcleo urbano un torreón celtíbero, unas huertas regadas por las aguas del manantial Aguallueve, así como unas casas típicas de pueblo rodeadas de estrechas callejuelas que le dan un toque medieval. Un secreto: en la pequeña iglesia parroquial de San Blas, del siglo XII, está uno de los retablos mejor conservados de la antigua Corona de Aragón.
Castro Caldelas, declarado Conjunto Histórico Artístico
Viajamos a Galicia para conocer los paisajes nevados de ensueño que hay en este bonito pueblo de Ourense. El casco antiguo de Castro Caldelas está declarado Conjunto Histórico Artístico, así que imagínatelo cubierto por un manto blanco, ¡como si fuera la estampa de un cuento!
Tiene una fortaleza medieval que no puedes dejar de visitar y que complementa una villa con callejuelas empedradas, casas con galerías y escudos, así como la iglesia renacentista de la Virgen de los Remedios. Tienes que entrar para comprobar lo espectaculares que son las vistas desde su atrio.