Andorra es un auténtico paraíso para los amantes de la montaña y para quienes buscan paisajes espectaculares, de esos que se te quedan para siempre en la retina. No es para menos, se trata de un pequeño país enclavado en la cordillera pirenaica, llena de “dosmiles” y “tresmiles”.
Todo el año vale la pena admirar los paisajes de Andorra: en invierno, las laderas y los picos están cubiertas de blanca nieve y podremos practicar esquí y otros deportes invernales, como rutas con raquetas o escalada en hielo; en verano es ideal para hacer excursiones en Andorra, escalada, vías ferratas, rafting… entre verdes praderas, escarpadas subidas rocosas y diferentes lagos repartidos en todo el país.
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Dos lugares muy apropiados para volar, metafóricamente, y dejarnos seducir por sus paisajes son los espectaculares miradores de Roc del Quer y Tristania. Ambos son peculiares e interesantes y se alejan del típico mirador con banquito y valla para apoyarse y admirar el paisaje. Te damos todos los detalles de lo que te encontrarás, por qué vale la pena visitarlos y cómo llegar a ellos.
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El Mirador Roc del Quer: ¿Cómo es?
Este mirador también es conocido como mirador de Canillo, puesto que se encuentra en este sector de la estación de esquí de Grandvalira-Andorra. Nos ofrece una impresionante panorámica de los Pirineos, de esas que difícilmente se olvidan por la preciosa perspectiva que tiene de los valles de Montaup y del Valira d’Orient, que oscilan entre el blanco y el verde, en función de si vamos en invierno o en verano. Ahora bien, hay que tener en cuenta que en invierno la nieve podría cerrar el acceso al mirador.
Mejoraremos todavía más las vistas si seguimos la pasarela de 20 metros que nos encontraremos en el mirador. De ellos, 8 metros están asentados en tierra firme, mientras que los 12 metros restantes están suspendidos en el aire, en un saliente, lo que da la mágica sensación de “estar volando”. Te sentirás como un pájaro sobrevolando los Pirineos, una experiencia única por la que vale la pena acercarse al Mirador Roc del Quer.
Esta sensación se acentúa gracias a que buena parte de la pasarela está hecha con vidrio transparente y a que está a 400 metros de altitud. Ahora bien, si padeces de vértigo, quizás no sea buena idea acercarse hasta el extremo acristalado.
Una figura nos llamará la atención en el Mirador Roc del Quer. Veremos un hombre con una postura relajada, calmada y pensadora, que parece estar invitando a los visitantes a hacer lo mismo con tal paisaje delante. Se trata de una escultura del artista Miguel Ángel González que viene a transmitir que la altura y los Pirineos le dan fuerza y seguridad.
El Mirador Roc del Quer: ¿Cómo llegar?
Realmente vale la pena acercarte a este mirador. Llegar es muy fácil: simplemente hay que tomar la carretera del puerto de Ordino (CS-240). Encontraremos el mirador en el kilómetro 6,5, y justo antes de llegar, a la izquierda veremos una buena zona de aparcamiento gratuito para dejar el coche.
En la subida, a medio camino entre Canillo y el mirador, se encuentra la bonita casa rural Borda Patxeta. Es una buena opción para alojarse o bien para hacer una parada a desayunar, comer o cenar.
Cuando lleguemos, identificaremos rápidamente en la zona de acceso el conjunto escultórico de las Estructuras autogeneradoras del escultor y arquitecto Jorge Dubon en 1991, como “un símbolo de la voluntad del hombre frente a la inmensidad de las montañas”. Desde aquí tendremos que bajar unos 70 metros para llegar hasta la pasarela del Mirador del Roc del Quer en Canillo; aunque no es una gran distancia, se recomienda llevar un calzado cómodo. En la zona también hay un bar para poder tomar algo en un entorno excepcional.
Debéis tener en cuenta que si estáis buscando los tamarros de Andorra, cerca del mirador Roc del Quer hay uno de ellos. Avisad a los más pequeños de la casa que activen sus sentidos para encontrar este conocido ser mitológico.
El Mirador de Tristaina: ¿Cómo es?
En este caso nos acercamos a los dominios de la estación de esquí de Ordino Arcalís en Andorra para descubrir un mirador muy, pero que muy especial: el mirador solar de Tristaina. Ofrece una panorámica de los Pirineos desde la cumbre del Peyreguils, a 2.701 metros de altitud, muy cerca de la frontera con Francia, y desde donde divisaremos los picos del circo de Tristaina: Costa Rodona, Tristaina, Creussans y Cabanyó, así como los lagos de Tristaina y el valle de Ordino.
Pero más allá de las vistas, lo que hace único a este mirador es cómo es: se trata de una plataforma esférica de 25 metros de diámetro y con 1,25 metros de anchura que se encuentra en suspensión. Al tratarse en sí mismo de un reloj solar (es un “mirador solar”, como decíamos), va marcando la hora: tiene una asta central de 27 metros que aguanta la esfera, inclinada a 42,55 grados. El mirador lo idearon Joan Viladomat, Toni Riberaygua, Sergi Riba y Lluís Moya.
Una curiosidad más: desde el mirador solar de Tristaina podemos contemplar una rareza en los Pirineos… un solo día al año. Se trata del fenómeno natural que ocurre todos los días 7 de agosto, exactamente a las 07.37 horas de la mañana: el sol es visible durante tres minutos a través de un gran agujero que hay entre las piedras del Pico de Arcalís, motivo por el cual también se le conoce como “Montaña Solar”. Esto se puede contemplar desde el bonito mirador de Tristaina y es un aliciente para madrugar ese día.
Insistimos en un dato: el mirador está a 2.701 metros de altitud, así que lo normal es que haga frío incluso en verano. Sed previsores y llevad algo de abrigo.
El Mirador de Tristaina: ¿Cómo llegar?
Para llegar al Mirador de Tristaina, lo mejor y más rápido es comprar el forfait para el telecabina de Tristaina (dura 6 minutos, sale del Hortell y llega hasta la zona del restaurante de la Coma) y el telesilla de Creussants (un trayecto de 15 minutos), que nos dejará a unos 15 o 20 minutos caminando del mirador por un camino de montaña, hasta llegar al pico de Peyreguils. En temporada de verano, se permite incluso subir a los perros en los remontes.
Vale la pena el esfuerzo de subir. Tanto las vistas como la estructura tan poco habitual hacen que sea una experiencia única en medio de las montañas de los Pirineos. Debido al camino de subida y por montaña, aún sin ser complicado, recomendamos llevar un calzado adecuado, ya que en algunos tramos puede ser algo resbaladizo.
Otra opción para los amantes de caminar es simplemente usar el telecabina de Tristaina, y desde el área de La Coma, subir andando. No es ninguna locura: se tarda alrededor de una hora, aunque hay bastante desnivel (se sube de los 2.200 a los 2.701 metros de altitud).
Y ya puestos, recomendamos aprovechar que estamos en la zona para hacer una de las excursiones más populares de los alrededores de Ordino Arcalís: la ruta a los Lagos de Tristaina. Desde el restaurante de La Coma parte un camino hacia la derecha que conduce al primer lago en unos 30 minutos; hacia la izquierda, podremos tomar otro sendero que lleva, en otros 30 minutos aproximadamente, al lago de Creussants.
Estas son solo algunas propuestas para descubrir algunos parajes y algunas de las mejores vistas de los Pirineos en Andorra. ¿A qué esperas para visitarla? En Estiber encontrarás ofertas para esquiar en Andorra y en verano, diferentes packs con Caldea y otras actvidades.
Puente tibetano de Canillo: ¿Cómo es?
Una experiencia que no os podéis perder es el puente colgante de Canillo, la atracción turística más nueva inaugurada en 2022. No está catalogado exactamente un mirador, pero desde este puente tendréis unas vistas inolvidables. Se trata del segundo puente tibetano más largo de Europa, con un recorrido de 600 metros (1200m ida y vuelta) a una altura de 158 metros de altura. Pasarás por encima de la Vall del Riu, un hermoso paisaje que te dejará sin habla y con la sensación de estar volando entre las montañas Andorranas.
Acceder a este puente tan impresionante tiene un coste. El precio de la entrada individual es de 12€, aunque los menores de 12 años, residentes del país o personas que dispongan de carné joven se beneficiaran de algún descuento. Los bebés de hasta 5 años entran sin pagar.
Puente tibetano de Canillo: ¿Cómo llegar?
Se encuentra en la parroquia de Canillo, Andorra. Concretamente al final del Camí de l’Armiana, justo en la entrada del paraje natural de la Vall del Riu. No está permitido el acceso en coche, por lo que deberás coger a un autobús (con salida desde el Palau de Gel de Canillo) que te llevará hasta Montaup, donde deberéis hacer un pequeño tramo a pie de unos 900 metros. Otra alternativa es subir caminando desde el parking del Mirador del Roc del Quer, la distancia es de unos 550 metros. Los más deportistas pueden optar por subir andando desde Canillo, el recorrido es de unos 45 minutos a pie (3,8km).
Debes saber que la frecuencia de los autobuses suele ser de unos 20 – 30 minutos, aunque te recomendamos que consultes los horarios previamente para organizarte mejor. El precio del autobús, está incluido en la entrada.