Descubre los 13 mejores refugios del Pirineo Aragonés

Si queréis vivir una experiencia en la montaña totalmente inmersiva, hay que dormir en ella. Están aquellos que incluso buscando un contacto directo con la naturaleza prefieren pernoctar en alguno de lo de los famosos pueblos más bonitos del Pirineo Aragonés, pero también está aquellos más salvajes y aventureros que lo hacen con un vivac, es decir, pernoctando al raso, directamente bajo el cielo estrellado o cobijados en algún tipo de cubierta; pero también es posible hacerlo con algunas “comodidades” –nótense las comillas-, que es lo que nos ofrecen los refugios de montaña.

Dormir en los refugios del Pirineo Aragonés es una buena opción si vamos a hacer una ruta de varios días, con un recorrido que no podemos hacer en un solo día, o como parte de una escapada más corta, simplemente para estar más en contacto con la naturaleza y alejados del mundanal ruido. Asimismo, los refugios son más que necesarios en caso de toparnos con mal tiempo en medio de la ruta, algo que pasa con frecuencia en alta montaña, donde los cambios bruscos son esperables.

Está claro que el Pirinero Aragonés en verano ofrece infinidad de actividades, ya sea hacer rutas de senderismo, deslizarte por las tirolinas del Valle de Tena, disfrutar de las espectaulares vistas desde el telecabina de Panticosa o incluso visitar Cerler pueblo. Además, en invierno es uno de los destinos más solicitados por aquellos que quieran aprovechar su nieve y pistas, sobretodo reservando un hotel + forfait en Formigal, la estación de esquí por excelencia del Pirineo Aragonés garantiza diversión y buenas condiciones para una jornada de lo más divertida.

Aquí te dejamos esta guía con los mejores refugios en Aragón.

Los refugios guardados del Pirineo Aragonés

En primer lugar, vamos a aclarar que cuando hablamos de “refugios guardados” nos referimos a que hay unos guardas que se encargan de su mantenimiento y ofrecen unos servicios mínimos a los montañeros, que pueden ser refrigerios, desayunos, comidas y/o cenas, así como prestar mantas y otros elementos.

Estos refugios también suelen funcionar como un punto de referencia sobre las rutas de la zona y para consultar la meteorología de las próximas horas. Además, los que cierran en algún momento del año, suelen dejar algún espacio libre para que se cobijen los montañeros que acuden fuera de temporada.

Refugio de Linza, a 1.340 metros de altura

Se puede llegar en coche hasta las mismas instalaciones (hay una amplia zona de aparcamiento) y es conocido por ser el punto de partida de ascensiones como la mítica Mesa de los Tres Reyes. Está abierto todo el año y dispone de duchas con agua caliente, calefacción, bar-cafetería, servicio de comidas, mantas y taquillas. Tiene 77 plazas en literas repartidas en 6 habitaciones.

Refugio de Gabardito, a 1.280 metros

Está en el valle de Hecho, a las faldas del Bisaurin. Es uno de los refugios del Pirineo Aragonés más veteranos. Abre de junio a septiembre y, el resto del año, los fines de semana. Cuenta con duchas con agua caliente, calefacción, bar-cafetería, servicio de comidas, mantas, taquillas y cocina libre. Tiene 45 plazas.

Refugio de Lizara, a 1.540 metros

Se puede llegar en coche y está junto al valle de Hecho, en una zona de media-alta montaña, ideal para iniciarse en diferentes deportes como caminar, esquí de fondo (en invierno se habilita una pista para ello), escalada, BTT, etc. Abre todo el año y tiene servicio de duchas con agua caliente, calefacción, bar-cafetería, se ofrecen comidas, mantas, taquillas, cocina libre, aula polivalente y hay calzado de descanso. Tiene 45 plazas.

Refugio Casa de Piedra, a 1.630 metros

Solo por el entorno espectacular en el que está ya vale la pena visitarlo: en un circo glaciar, rodeado de escarpadas paredes de granito. El edificio forma parte del conjunto histórico del Balneario de Panticosa. Abre todo el año y tiene duchas, agua caliente, calefacción, bar-cafetería, servicio de comidas, mantas, taquillas, cocina libre y parking a pie del refugio. Tiene 88 plazas. Buen lugar para la escalada invernal por su proximidad a Sierra Telera.

Refugio de Respomuso, en el circo de Piedrafita, en el Valle de Tena

Este refugio de Aragón está en uno de los rincones más agrestes y alpinos. Abre de marzo a diciembre y tiene duchas, agua caliente, calefacción, bar-cafetería, servicio de comidas, mantas, taquillas, calzado de descanso, aula polivalente y cocina libre. Tiene 90 plazas y está en pleno GR-11 (la conocida como “Transpirenaica”).

Refugio de Pineta, en el Valle de Pineta, en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido

En medio de bosques frondosos y paredes escarpadas, junto al río Cinca, está uno de los refugios de montaña más alucinantes de España que abre todo el año. Ofrece duchas, agua caliente, calefacción, bar, servicio de comidas, mantas, taquillas, calzado de descanso, aula polivalente y cocina libre. El refugio Pineta tiene 96 plazas.

Refugio de Góriz, en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido

Es uno de los míticos del Pirineo Aragonés porque está en una de las mejores rutas de ascensión por Ordesa y el Monte Perdido, tras superar la Cola de Caballo. Sin duda uno de los mejores planes qué ver y hacer en el Pirineo Aragonés. Abre todo el año y tiene duchas de agua caliente, bar, servicio de comidas, alquiler de sacos y sábanas, calzado de descanso, botiquín y cocina libre. Tiene 80 literas que se distribuyen por 7 dormitorios.

Refugio de La Renclusa, en el Valle de Benasque

Otro de los refugios míticos del Pirineo Aragonés, a los pies del macizo de las Maladetas, ya que desde aquí se pueden abordar muchas ascensiones a picos de más de 3.000 metros de altura (entre ellos, el Aneto y el Posets). Abre todo el año y tiene duchas, agua caliente, calefacción, bar, servicio de comidas, mantas, taquillas, guardaesquís, calzado de descanso, cocina libre y enfermería. Tiene 92 plazas.

Refugio de Viadós, en el Valle de Chistau

Está en las bordas de Biadós, a 10 kilómetros del pueblo de San Juan de Plan. Abre en Semana Santa y los fines de semana siguientes, así como de julio a septiembre (cuando cierra tiene una parte de refugio libre de 6 plazas). Dispone de duchas, agua caliente, bar, servicio de comidas y mantas. Tiene 70 plazas.

Refugio de Ángel Orús, en el valle de la Aigüeta de Eriste, a 2.150 metros de altura

Está a los pies de las Agujas del Forcau y tiene unas vistas espectaculares. Un símbolo del alpinismo aragonés que abre todo el año. Ofrece duchas, agua caliente, calefacción, bar, servicio de comidas, mantas, taquillas, calzado de descanso, enfermería y aula polivalente. Tiene 96 plazas.

Los mejores refugios libres del Pirineo Aragonés

También conocidos como refugios no guardados, son aquellos gratuitos y de uso libre por cualquier montañero que lo quiera o necesite. Siempre están abiertos (no tienen llave ni similares) y son sencillos, por lo que se suele pasar solo una noche en ellos. No tienen baño (para ello, ¡grande es el monte!), ni ducha, ni luz. Siempre que usemos uno, hay que procurar dejarlo un poco más limpio de lo que lo encontramos y respetar el descanso del resto de senderistas, si los hay. Solo se puede hacer fuego en los lugares habilitados para ello. Estos son los más espectaculares:

• Refugio de Anglios. Se trata de una bonita y original cabaña de madera con capacidad para 8-10 personas. Es ideal para hacer la caminata hacia el ibón de Llauset.
• Refugio de Acher, en el sector Hecho. Se trata de una pequeña construcción a las faldas del Castillo de Acher, en el camino a la cumbre, con una panorámica excepcional. Tiene capacidad para 5-8 personas.
• Refugio Es Plans, a 1.560 metros de altura, en el valle de Chistau. Es una infraestructura bastante grande, como cocina-comedor, bancos, mesas y chimenea. Tiene capacidad para unas 20 personas, en un falso dormitorio con suelo de madera. Lo encontraréis en un lugar de paso para recorrer el sendero Ribera del Zinqueta (S-7) y para ir al ibón de Millás. Este refugio de Aragón también es punto de partida para subir a picos como Posets, Eriste o Bachimala.

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