El municipio de Monachil es conocido por estar en el valle del macizo de Sierra Nevada, que alberga los grandes colosos de piedra de Granada y la estación de esquí más al sur de Europa en invierno y primavera. Sino sabes qué hacer este verano, ir a Sierra Nevada con niños, es una de las mejores opciones para que descubran entornos en plena naturaleza. Aunque si lo tuyo es más la fiesta, el après-ski en Sierra Nevada es muy variado, desde bares hasta discotecas. Hoy, por ejemplo, nos acercaremos hasta el pueblo de Monachil, con uno de los paisajes nevados de ensueño en España, para proponeros una ruta de esas que emocionan, por su variedad de paisajes y por sus fotografías increíbles, pasando por puentes colgantes, estrechos pasos en la roca, cascadas… vamos, de las que luego podemos presumir en redes sociales. Se trata de la ruta Cahorros de Monachil.
Son muchos los senderos de Monachil para explorar el entorno del Parque Nacional de Sierra Nevada, de gran valor natural y paisajístico. No hace falta ser alpinista ni hollar el Mulhacén para disfrutar de su encanto, que por cierto, está catalogado como una de las mejores rutas de Sierra Nevada, punto importante para los apasionados de este deporte: hay rutas de baja, media y alta montaña por cotas que van desde los 730 metros de altitud de su vega hasta los 3.394 metros del Pico Veleta, que forma parte de este término municipal, puedes ver las webcams de Sierra Nevada a tiempo real del Pico Veleta para ver las condiciones para saber cuando es buena idea ir.
Vamos a centrarnos en Cahorros de Monachil, una ruta que atrae a senderistas de todo tipo por su recorrido y paisaje espectacular. También es conocida como “la de los puentes colgantes”, ya que se cruzan hasta cuatro en todo el sendero.
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El recorrido de la ruta Cahorros de Monachil
La ruta Cahorros de Monachil es circular, es decir, empezaremos y acabaremos en el mismo sitio pero llegaremos por lugares diferentes. Son 8,2 kilómetros con 386 metros de subida que nos llevarán unas dos horas y cuarto de marcha efectiva. Así que, si no sabes qué ver y hacer en Sierra Nevada, puedes empezar por esta excursión, estamos seguros que te encantará.
A lo largo de la caminata pasaremos por las eras de Monachil y volveremos por el Camino de la Solana, atravesando un paisaje de gran belleza, con ríos y cañones, es sin duda uno de los planes imprescindibles para pasar un verano en Sierra Nevada. ¡Comenzamos la ruta!
Podemos dejar el coche en el aparcamiento público de Monachil, que es gratuito y está en la calle Huenes. Para iniciar el sendero de Cahorros de Monachil, saldremos del mismo pueblo.
Subiremos por la calle Trinidad Carreras, junto al río, para seguir por la Fuente del Piojo, donde podremos refrescarnos y llenar las cantimploras. Seguiremos ascendiendo hasta llegar a la era Portachuelos, un lugar donde en un pasado no muy lejano se cultivaban productos de secano, como trigo, centeno, espelta, avena o cebada.
Los vestigios de la vida campesina se abren paso en la ruta, descendiendo entre huertas y cortijos con frutales y continuando hacia las eras de los Renegrales, en alto. La ubicación en altura de las eras tiene un sentido: se aprovechaban las corrientes de aire para separar el grano de la paja.
Una vez en este punto, párate a contemplar las vistas del cañón compuesto por vertiginosas paredes de roca caliza que son en sí mismas un gran atractivo para los amantes de la escalada (hay vías).
Nos acercamos al desfiladero, topándonos con las ruinas de la vieja casa del guarda de la antigua central eléctrica y seguiremos por el puente colgante que es uno de los grandes atractivos de la ruta Cahorros de Monachil: son 63 metros de longitud a 15 metros de altura para superar el curso del río en una parte muy estrecha, entre paredes de roca, pasando por un túnel esculpido por el agua. Debes de tener en cuenta también, el tiempo en Sierra Nevada en directo, para saber con previsión cuando será el mejor momento para ir.
Saldremos del cañón y se abrirá el paisaje ante nosotros en lo que se conoce como Las Azuelas. El nombre viene de una herramienta que se empleaba en la Prehistoria para hacer trabajos agrícolas.
Volveremos a pasar por un puente colgante, en este caso más pequeño, y llegaremos a una caseta que abastece de agua potable al entorno. En este punto hay una fuente en la que podremos rellenar las cantimploras. Es el típico punto de la ruta donde los grupos suelen parar a comer algo antes de proseguir.
Retomamos la marcha hacia la Fuente Las Chorreras, también potable y más solitaria que la anterior, y ya iniciamos el camino de regreso. Nos guiaremos por una señal que marca “Camino de la Solana”, por la orilla derecha del río. Subiremos al punto más alto de la ruta Cahorros de Monachil, desde donde tendremos las mejores panorámicas; un buen momento para hacer fotos y deleitarse con el paisaje.
El entorno se volverá más agreste y contrastará con la Acequia de los Habices, con álamos impresionantes. Seguimos bajo el Cortijo del Cerrillo y, de nuevo, tendremos una preciosa vista de las eras de los Renegrales. Quedan los últimos pasos hasta llegar a la Era Portachuelos y adentrarnos en el pueblo de Monachil.
¿Quién puede hacer la ruta? Recomendaciones
La ruta Cahorros de Monachil es bastante sencilla, ya que ni es larga (8,2 kilómetros), ni presenta una gran ascensión (386 metros de desnivel positivo), ni es especialmente técnica. Eso sí, hay que tener en cuenta que hay algunos pasos con factores de riesgo en ciertos pasos en los que hay que ir con cuidado.
Los puentes son seguros, ya que se han ido reformando y reforzando con los años, para que no pierdan seguridad, conscientes en el entorno de que es una de las rutas más populares de Monachil y de los alrededores de Sierra Nevada.
Ahora bien, al entrar al estrecho desfiladero hay puntos en los que tendremos que agacharnos para seguir avanzando e incluso ir a gatas. Los pasos que pueden resultar más peligrosos por los salientes rocosos hay asaderos metálicos para ayudarnos a caminar con más firmeza y seguridad. No es que sea técnicamente muy complicado, sino que sirven más bien como una especie de “quitamiedos” para los senderistas menos experimentados.
También hay tramos en los que las personas con una cierta claustrofobia podrían llegar a pasarlo mal, ya que las paredes de roca se llegan a encajonar tanto que alcanzan los cinco metros de separación entre ambas.
Pese a todo, es una ruta fácil de completar y donde es importante tener en cuenta que hay varias fuentes por el camino, por lo que no tenemos que ir excesivamente cargados de agua. Un litro por persona sería más que suficiente. El sendero lo pueden hacer las familias con niños y niñas de una cierta edad; eso sí, siempre vigilando sus pasos y ayudándoles en los más complicados.
La ruta Cahorros de Monachil se puede hacer todas las épocas del año, aunque cada temporada tiene sus características. En verano, el calor puede llegar a ser muy intenso, aunque lo bueno es que podremos refrescarnos en el río o en la cascada.
¡Tened en cuenta que el agua está muy fría incluso en los meses más cálidos! En cambio, en invierno el sendero puede estar cubierto de nieve y/o hielo, por lo que hay que extremar las precauciones para evitar resbalones y llevar un equipo adecuado. Si eres un amante del senderismo, no te puedes perder ver los refugios de Sierra Nevada, con vistas que te sorprenderán.
Por otro lado, es importante decir que la ruta no está señalizada; al menos, no totalmente. Por eso es altamente recomendable llevar la ruta en track para GPS o descargar o conseguir el mapa.
Si os quedáis con ganas de más, recordad que son varios los senderos de Monachil: la ruta de San Antón, que es la más baja del pueblo (también la más calurosa); la ruta del Cerro de Huenes, un sendero homologado y circular de media montaña; la ruta El Cerrajón, un itinerario con mucha historia; la travesía Sulayr, que pasa por Monachil en un recorrido de más de 300 kilómetros; y la ruta Pradollano – Monachil, para los más montañeros.