Formigal es un enclave muy conocido durante el invierno. De hecho, es el mayor destino de esquí de España, sin duda uno de los lugares favoritos por muchos para reservar un hotel + forfait en el Pirineo Aragonés. Ahora bien, desde hace años no es solo sinónimo de nieve: en la actualidad ya es toda una referencia para los amantes de los deportes de verano y de quienes buscan naturaleza y aire puro durante sus vacaciones estivales. Y es que, son muchas las opciones que hacer en Formigal si no esquías, pues esta localidad es muy variada durante todas las épocas del año. Si vas con los amigos o con la pareja y buscáis grandes dosis de adrenalina y crear recuerdos inolvidables; si viajáis en familia y queréis actividades tranquilas y divertidas. Hay propuestas para todos los públicos para pasártelo en grande en Formigal en verano.
Disfruta de unos días espectaculares en el Pirineo Aragonés con este listado de “imprescindibles” que te hemos preparado. ¡Comienza la aventura!
¿Sabías que una estación de esquí también puede dar mucho de sí en verano? Sí, has leído bien, son un destino ideal para aventureros incluso cuando no hay nieve. Con el aumento de las temperaturas esta se funde y da paso a unos paisajes espectacularmente verdes y donde podemos practicar un sinfín de actividades. Toma nota de los 10 planes que no debes perderte en tu próxima escapada al Pirineo Aragonés. Así que ya sabes, no solo viajes para esquiar a Formigal, dale una oportunidad distinta a esta población porque seguro que no te defraudará.
Salta directamente a:
- 1 1. Telecabina de Panticosa, explorás las montañas por los aires
- 2 2. Tren de Artouste, un trayecto vertiginoso
- 3 3. Pasarelas de Panticosa, caminarás por las piedras
- 4 4. Aguas termales, relax y desconexión para cuerpo y mente
- 5 5. Tirolina del Valle de Tena, sobrevuela el pantano de Bubal
- 6 6. Quad y buggy, una actividad de lo más aventurera
- 7 7. Parque Faunístico de Lacuniacha, conoce la naturaleza
- 8 8. Grutas de Betharram, una visita de lo más curiosa
- 9 9. Festival Pirineos Sur, musica en plena montaña
- 10 10. Tren del Sarrio, un recorrido de cuento
1. Telecabina de Panticosa, explorás las montañas por los aires
Un espectacular viaje suspendido en el aire que sale del pueblo de Panticosa y llega hasta la cota 1900 con una completa panorámica del Valle de Tena, uno de los lugares ideales para hacer una de las rutas de un día por el Pirineo Aragonés. El trayecto dura 15 minutos y supera un desnivel de más de 700 metros. Deja junto al restaurante Petrosos, en un enclave ideal para hacer rutas de senderismo como la de los ibones de Asnos y Sabocos o la ascensión al pico Mandilar, que es la cota más alta de la estación de esquí. También podremos aprovechar para hacer una caminata por los miradores de Panticosa, Sabocos y de los Valles.
2. Tren de Artouste, un trayecto vertiginoso
Formigal en verano nos propone subir a bordo del tren turístico más alto de Europa, a 2.000 metros. Recorre el Parque Nacional de los Pirineos, y queda a un paso de la frontera del Portalet. Son unos 50 minutos que nos permitirán descubrir cómodamente el Lago de Artouste y tener unas fantásticas vistas del Valle d’Ossau, donde se encuentra la estación de esquí de Artouste. Cuando acaba el trayecto, estaremos a unos 15 minutos a pie del lago de Artouste. Un colorido tren que encantará a toda la familia.
3. Pasarelas de Panticosa, caminarás por las piedras
Una infraestructura que nos permitirá sobrevolar, a pie, el Río Caldarés de Panticosa. Se trata de un paseo sencillo –no apto para personas con vértigo, ¡eso sí!- de 800 metros que nos ofrece una perspectiva única del congosto. El paseo tiene 160 metros de desnivel entre el sendero de aproximación, las pasarelas colgantes y el camino de regreso. Se puede aprovechar para acercarse al Mirador O Calvé o para visitar antiguos búnkers de la Guerra Civil.
4. Aguas termales, relax y desconexión para cuerpo y mente
¡Porque también te mereces un descanso y cuidado al cuerpo y a la mente! El balneario de Panticosa tiene un merecido prestigio y es una actividad ideal para hacer en Formigal en verano, un complemento perfecto a actividades de ejercicio físico. Sus aguas tienen unas propiedades mineromedicinales que ya eran conocidas por los romanos, que las bautizaron como “Termas de Tiberio”. Brotan del manantial a 53 grados y hoy se aprovechan en un completo circuito con piscinas, duchas de contrastes, duchas nebulizadas, igloo de hielo con cromoterapia y mucho más.
5. Tirolina del Valle de Tena, sobrevuela el pantano de Bubal
Una experiencia alucinante para vivir en Formigal en verano, solo para los más aventureros. Esta espectacular tirolina nos hará sobrevolar las aguas del pantano de Bubal por un recorrido de casi un kilómetro de longitud y que desciende más de 120 metros de altura, de los 1.270 a los 950 metros. Todo a unos 90 kilómetros por hora. ¡Para saber qué significa volar! La aventura arranca en el mirador de Hoz de Jaca y acaba en un camino forestal donde podremos aprovechar para dar un bonito paseo entre la vegetación hasta llegar a la carretera donde un todoterreno nos lleva de nuevo al pueblo de Hoz de Jaca.
6. Quad y buggy, una actividad de lo más aventurera
Una actividad que nos permitirá explorar los caminos del Pirineo Aragonés de una manera diferente y a gran velocidad. Hay rutas guiadas en quad y/o buggy (¿qué prefieres?) aptas para familias, parejas y grupos de amigos, que van desde caminos y pistas tranquilas, hasta travesías por el bosque y sendas estrechas. Hay excursiones en el entorno de Panticosa, el Pueyo de Jaca y Hoz de Jaca.
7. Parque Faunístico de Lacuniacha, conoce la naturaleza
En el pueblo de Piedrafita de Jaca está este parque que forma parte de la Reserva de la Biosfera Ordesa-Viñamala. No se trata de un zoológico ni de un parque temático, sino de un parque natural totalmente respetuoso con el entono que le rodea. Propone a los visitantes un recorrido durante el cual veremos especies diversas como osos pardos, lobos, ciervos, gamos, bisontes, bidones o sarrios… hay hasta 120 animales diferentes. También hay un itinerario botánico sobre la flora del Pirineo con paneles explicativos. Podemos hacer entero el recorrido de Lacuniacha en unas dos o tres horas, aunque es un lugar ideal para pasar el día y descubrir el Pirineo Aragonés con niños. Hay que llevar un calzado adecuado porque, aunque no tiene ninguna dificultad, transcurre por senderos de montaña.
8. Grutas de Betharram, una visita de lo más curiosa
Si te preguntas qué hacer en verano en Formigal y en sus alrededores, y eres un amante de la naturaleza y de sus rincones más misteriosos, no debes perderte las cuevas de Betharram, a un paso del Portalet. Es una de las primeras que se abrieron al público y que podemos descubrir con un barco que navega en su lago subterráneo, ubicado a 80 metros bajo el nivel del mar y que cruza al otro lado de la cueva; al salir, un pequeño tren nos llevará de vuelta al punto de inicio. Estas grutas son visitables a lo largo de cinco plantas y 2,8 kilómetros, con formaciones geológicas que os sorprenderán. Está entre Pau y Lourdes, a una hora y media de Formigal.
9. Festival Pirineos Sur, musica en plena montaña
Si te gusta la música, la fiesta y la naturaleza, ahora puedes combinarlo todo en fantásticas noches de verano cerca de Formigal con el Festival Pirineos Sur. Se trata de un anfiteatro construido sobre las aguas del río Gállego en Lanuza sobre el cual actúan artistas variados en un entorno de ensueño. No es Marchica la única fiesta del Pirineo Aragonés. Festival Pirineo Sur también se complementa con la vida diurna del festival, que se desarrolla de domingo a jueves en Sallent de Gállego. Aquí se monta una carpa junto a los Mercados del Mundo con puestos de artesanía de todo el planeta, propuestas gastronómicas multiculturales, exposiciones, talleres, pasacalles, etc., durante el mes de julio.
10. Tren del Sarrio, un recorrido de cuento
Un Tren de Alta Montaña que nos permitirá conocer desde otra perspectiva uno de los espacios más bonitos del Pirineo Aragonés: el Valle de La Ripera. Y no se trata solo de ver, sino también de conocer gracias a las explicaciones de un guía que da durante el trayecto sobre las historias, leyendas y curiosidades del entorno. Una vez que llegamos a La Ripera, podemos descubrir sus encantos gracias a una extensa red de senderos señalizados de diferentes niveles de dificultad. También hay mesas para comer y pozas para divertirnos y refrescarnos durante los días más cálidos del verano. El recorrido del tren dura unos 45 minutos y hay diferentes horarios para regresar.