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Un día en Fontaneda (Andorra), descubre sus encantos

Andorra es mucho más que lo que ya conocemos: los núcleos de Andorra la Vella y Escaldes-Engordany, sus grandes avenidas y centros comerciales o sus pistas de esquí. En este pequeño país se esconden algunos rincones con mucho encanto y no siempre demasiado conocidos. Hay muchas cosas que ver en Andorra, una de ellos es la aldea de Fontaneda en Andorra, una población bucólica enclavada en medio de los Pirineos.

Y no, no tiene nada que ver con las famosas galletas de toda la vida. Fontaneda es un núcleo de población que está en la parroquia de Sant Julà de Lòria, al sur de Andorra. Te contamos cómo es este destino de alta montaña, sus atractivos turísticos y todo lo que puedes hacer en los alrededores.

Qué ver en Fontaneda de Andorra

El pueblecito de Fontaneda está en la subida del collado de la Gallina, que es el que une Sant Julià de Lòria con el Santuario de Canòlitx. Está a 1.307 metros de altitud, en una ubicación que dificulta sus comunicaciones, con un aislamiento que ha provocado su despoblamiento paulatino hasta el punto de que, hoy en día, apenas tiene 98 habitantes en una pequeña superficie en lo que ya es un país diminuto como Andorra, extendiéndose hacia al sur, bajo la solana de Mossers. Su nombre viene del latín y significa “fuente”; quizás porque está atravesado por el río del canal Gran de la Quera, así como otros arroyos cercanos.

El edificio más representativo del pueblo es la Iglesia de Sant Miquel de Fontaneda, de estilo románico, y que fue construida entre los siglos XI y XII. Hoy está inscrita en el Patrimonio Cultural de Andorra y es una visita obligatoria.

Tiene una arquitectura sencilla, con una nave rectangular y un ábside semicircular, pero es preciosa, con su piedra típica y su tejado de pizarra. En verano, entre el 15 de julio y el 15 de septiembre, sus puertas suelen estar abiertas de 10h a 19h y con acceso gratuito. Dentro se puede observar una ancestral mesa de altar esculpida en una única pieza y que se destinaba a albergar reliquias antiguas y fragmentos de arte románico del Maestro de Anyós.

Al margen de este pequeño templo, Fontaneda de Andorra no tiene nada más especial de forma específica, sino que todo en sí es una auténtica obra de arte que combina naturaleza con tradición. Su atractivo radica en su agrupación de casitas de piedra en medio de un paisaje montañoso. Eso sí, acude con la cantimplora llena y algo de comida por si te entra el hambre, porque en este pueblo no hay ningún tipo de comercio: ni bar, ni tienda.

Así que pasea sin prisa por las estrechas calles de Fontaneda, en las que podréis apreciar edificaciones típicas como bordas, así como casonas rurales de piedra y madera que fueron construidas hace tiempo para proteger el ganado y almacenar productos agrícolas. El sector primario ha sido la principal actividad de los lugareños, en un espacio rodeado de bosques y viñedos.

En la actualidad, es un destino que cada vez atrae a más turistas todo el año, siendo especialmente frecuentado por senderistas y cicloturistas en verano; en invierno, suele ser un bonito lugar para descubrir en el momento del après-ski. Fontaneda de Andorra es un pueblo muy pequeño que podrás recorrer en apenas una hora con tranquilidad. Eso sí, vale la pena parar en algún banco para contemplar, con calma, el entorno que le rodea.

¿Cómo llegar a Fontaneda en Andorra?

Como señalábamos antes, Fontaneda está a una cierta altura, así que vienen curvas. La carretera está bien pavimentada, pero no podrás evitar conducir por un zigzag durante unos 15 o 20 minutos cuesta arriba.

Circula con precaución, especialmente si vas en invierno o en caso de lluvia. Además, al ser destino habitual de ciclistas que buscan hacer piernas y lograr un paisaje espectacular, es común cruzarse con ellos en las curvas.

El pueblo está en pleno Coll de la Gallina, siguiendo la carretera CS-140, que es la que lleva al Santuario de Canólich, que es uno de los más antiguos y emblemáticos de Andorra. Como Fontaneda es un pueblo que no recibe muchas visitas, no te resultará complicado encontrar un sitio para aparcar en sus calles.

¿Qué hacer en los alrededores de Fontaneda?

En poco tiempo podrás conocer todos los rincones del pequeño pueblo de Fontaneda, en Andorra, pero necesitarás más horas (¡y días!) para explorar todos los planes que puedes hacer en su entorno. Te dejamos algunas ideas:

  • La Ruta del Coll de la Gallina. Es una de las favoritas de los cicloturistas en Andorra y bastante exigente, así que ve preparando los cuádriceps. Está marcada como la número 15 y sigue un recorrido de 12 kilómetros. Pero la distancia es lo menos: lo importante son los más de 1.000 metros de subida que tiene, con una inclinación media de 8,4%. Cuando lleguéis al Coll de la Gallina, tendréis una panorámica que bien habrá valido el esfuerzo realizado.
  • Senderismo cerca de Fontaneda: los itinerarios del Tomb Lauredià. El más largo son 15 kilómetros y un desnivel de 1.400 metros, por lo que está considerado difícil porque es necesario tener una buena resistencia. Es un recorrido circular por la parroquia de Sant Julià de Lòria, donde está Fontaneda de Andorra. Pasa por diferentes paisajes naturales y por los pueblos de Aubinyà y Aixirivall. Para los que estén menos entrenados, hay otras dos variantes del Tomb Lauredià: la corta y la media. Te dejamos otras rutas de montaña en Andorra de diferentes dificultades, que pueden ser de vuestro interés.
  • Arte y arquitectura religiosa. Fontaneda en Andorra y sus alrededores son ricos en patrimonio cultural. Además de visitar su coqueta iglesia de Sant Miquel de Fontaneda, debes pasar por la iglesia románica de Sant Serni de Nagol, ver los mosaicos de la iglesia de Sant Julià de Lòria o adentrarte en el Santuario de la Virgen de Canòlich, cerca del pueblo, y que es la patrona de esta parroquia andorrana.
  • El parque de actividades de Naturland. Los que viajáis en familia, no podéis dejar de visitar este complejo de ocio en plena naturaleza en Andorra. Tiene una parte con actividades lúdicas de todo tipo, como tirolinas para niños y adultos, buggies a pedales o camas elásticas, y un segundo espacio para practicar deportes al aire libre como paseos a caballo, senderismo o rutas en bicicleta.

 

  • Esquí. Esquiar en Andorra en alguna de las estaciones de Grandvalira, Pal-Arinsal y Ordino-Arcalís es un imprescindible, no están lejos de Fontaneda y son un destino de ensueño para los amantes del esquí y el snowboard en invierno. Ahora bien, en verano también dejan abiertos remontes que nos acercan a rutas de senderismo de alta montaña.
  • De compras. Andorra es un país que es un sueño para los amantes del “shopping”. Ir de tiendas en Andorra y de centros comerciales es un atractivo turístico desde hace años por el bajo IVA que se paga en los productos de lujo, por lo que sale a cuenta comprar aquí cosas de gama alta: perfumería, material deportivo, artículos de electrónica, etc. Cerca de Fontaneda, en la parroquia de Sant Julià de Lòria, destacan el River Centre Comercial, Sant Eloi y Epizen.
  • Gastronomía. En Fontaneda en Andorra no hay restaurante, pero sí cerca: podéis probar la cocina tradicional alguna de las famosas bordas andorranas de la zona, en lugares como Borda de les Pubilles, en Aixirivall. Si os gusta el vino, debéis acercaros a alguna de las vinaterías que hay en esta parroquia.
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Publicado por Viajes Estiber

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