Ya estamos preparando el material y la mochila para afrontar nuestro próximo viaje de esquí. Soñamos con las pistas nevadas, con pisar algo de nieve polvo, con probar aquel descenso que el año pasado se nos quedó en el tintero, con explorar un nuevo reto… Nos encanta surfear sobre la nieve a bordo de nuestros esquí o de la tabla.
Ahora bien, todos sabemos que un viaje de esquí no es solo esquí. Las pistas cierran hacia las 5 de la tarde porque anochece pronto y los profesionales de las estaciones deben prepararlo todo para que esté listo para el día siguiente. Es entonces cuando se nos abre un mar de posibilidades: descansar, ir a hacer algo de turismo, relajarnos en un balneario… y, por supuesto, ¡salir de fiesta! Los alrededores de las estaciones se llenan de esquiadores que buscan pasar un buen rato, tomar algo y comentar lo vivido en las pistas, conocer a gente e incluso, si se tercia, ligar. Sabemos que, por lo menos, tenemos una afición en común: ¡el esquí!
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¿Qué es y qué significa ‘après ski’?
El après-ski significa, literalmente, “después de esquiar” y viene del francés. Aunque après ski está estrechamente ligado a la fiesta, puede tratarse de cualquier actividad social o de entretenimiento que tenga lugar después de una jornada de esquí: restauración, relax, compras y, por supuesto, ¡fiesta!
El orgien francés de la palabra no es baladí, pues precisamente en Francia es donde se encuentran algunos de los mejores locales y fiestas après-ski de Europa, con música en directo y Djs. Conoce el Top 5.
1. Folie Douce en Alpes Franceses
Se trata de una empresa familiar que nació en 1969 y que, desde entonces, no ha visto más que crecer su popularidad. Es, seguramente, el après-ski más famoso de Europa. Tiene hasta 8 locales en algunas de las mejores estaciones de esquí en Alpes Franceses: Tignes – Val d’Isère, Val Thorens, Méribel–Courchevel, Alpe d’Huez, Saint Gervais – Megève, Avoriaz, Les Arcs y Chamonix Mont-Blanc. El más conocido es la Folie Douce de Val Thorens, que abre todos los años a finales de diciembre, y que se encuentra en la cima de los telesillas Plein Sud y Pionniers.
Los après-ski de Folie Douce suelen tener varios puntos en común: una gran terraza soleada -cuando hace buen tiempo- y mucha música y locura sana, con actuaciones que se inspiran en el cabaret con un toque contemporáneo; dos restaurantes con sello propio, que cocinan ingredientes que compran a productores locales, frescos y de calidad, llamados La Petite Cuisine y La Fruitière, donde también se sirven platos veganos y vegetarianos y postres hechos por pasteleros; un food-truck para comer algo rápido, pero de calidad, como hamburguesas y perritos calientes; una zona VIP para los que quieren algo de privacidad; y una tienda, la Folie Shop, con productos de la firma, como camisetas y tote-bags, hechas con algodón orgánico reciclado.
Todos los après-ski de Folie Douce abren durante la temporada de esquí, excepto el de Chamonix Mont-Blanc, que está dentro de un hotel y monta fiestas los 365 días del año.
2. L’Abarset de Grandvalira
Como presentación, debes saber que es el mayor après-ski de los Pirineos. Un lugar mítico de Andorra, decidió reinventarse tras el confinamiento y las restricciones del coronavirus de marzo de 2020. Antes estaba en el aparcamiento de El Tarter, las nuevas instalaciones están muy cerca del viejo escenario: en el parking del telecabina del mismo sector de la estación de esquí Grandvalira.
El actual L’Abarset de Andorra está diseñado por David Alayeto, del estudio Dream Up Design, y se plantea como un restaurante “bistro”, con un gran espacio para fiestas, que acoge Djs y música en directo, así como cenas temáticas y otros eventos. En total, este après-ski tiene una superficie de 2.000 metros cuadrados, en los que se distribuyen una terraza de 700 m2 y dos plantas.
Atención a la decoración del interior del edificio, porque combina un toque moderno con formas orgánicas y paredes llenas de esculturas de troncos y rocas, que parece que salgan de la tierra, un estilo muy apropiado para un après-ski en el corazón de los Pirineos. Le acompaña una bonita y tenue luz ambiental y chimeneas en las que se simulan hogueras. L’Abarset abre sus puertas a las 16h y tiene marcha hasta bien entrada la noche.
3. Marchica en Formigal
Nuestra tercera recomendación del Top 5 con los mejores après-ski de Europa la tenemos cerquita: Marchica en la estación de esquí de Formigal-Panticosa, en el Pirineo Aragonés. Abrió sus puertas en 2009 y desde entonces se ha convertido en todo un referente de la fiesta en la temporada de esquí. Ha cosechado tanto éxito, que hubo un año (en 2014) en el que tuvo que abrir incluso antes que las pistas de esquí por la alta demanda.
Marchica está junto al edificio de Sextas y su arquitectura se inspira en los Alpes. Si nos meten en su interior tapándonos los ojos, bien podríamos pensar que hemos viajado a un bar típico del Tirol.
Tiene dos pisos, ambos con barra propia: uno inferior, accesible a todo el mundo y con su emblemática gran barra semicircular presidiendo el espacio; y uno superior, destinado a la zona VIP y que requiere reserva previa.
No nos olvidamos de su gran terraza al aire libre, el espacio con más ambiente de Marchica, especialmente cuando sale un día soleado, y que es, de facto, una pista de baile gigante. Por su escenario han pasado artistas como Brian Cross, DJ Nano, Dorian, Carlos Jean o Javi Reina.
4. Farinet en Verbier (Suiza)
A la belleza de las montañas nevadas de Suiza le acompaña, también, buenas dosis de fiesta. En la estación de esquí de Verbier encontramos uno de los mejores après-ski de Europa, Farinet, en el que hay un espacio para todo el mundo. Ofrece dos ambientes: uno en la parte delantera y otro diferente en la trasera. Si por algo es conocido este local es por su techo corredizo que se cierra de manera automática cuando cae una nieve demasiado pesada y protege a los esquiadores que están pasándoselo bien.
Este après-ski lo encontraréis en la planta baja del Hotel Farinet y abre todos los días de 16h a 20h. Aquí la locura es máxima y no es difícil ver a gente encaramada por todas partes, por la barra, por las vigas, por el fondo… y es que aquí se hace una especie de competición oficiosa en la que los asistentes se pelean por ver quién se sube al lugar más extraño. Ah, y si os habéis animado y queréis seguir la marcha, podéis hacerlo muy cerca: cuando cierra Farinet todo el mundo se va al Club Casbah.
5. Mooserwirt en St. Anton (Austria)
El lema del local Mooserwirt, en la estación de esquí austríaca de St. Anton, dice que es «la madre de todos los bares de après-ski». Abrió a finales de los años 80 -curiosamente, antes era una granja familiar– y se ha convertido en uno de los grandes referentes en Europa. Veréis la cabaña en la base del teleférico Galziq.
Todos los días de la temporada de esquí comienza a animarse hacia las 15.30h y para las 17h el espacio ya comienza a estar a rebosar, tanto en su interior como en su exterior; la fiesta se prolonga hasta las 20h, cuando puedes seguir la marcha en el Anton Bar, en el Piccadilly Bar o en la discoteca Postkeller.
La cerveza es la bebida por excelencia del Mooserwirt y se dice que es el bar que más vende en toda Austria, con unos 5.000 litros al día (de hecho, hay un empleado que solo se dedica a cambiar barriles de cerveza).