Uno de los mayores atractivos que tiene el barranquismo, es que es una actividad que incluso los más pequeños pueden disfrutarla sin problema alguno. De hecho, cada vez son más los colegios y centros educativos en general que organizan excursiones y viajes donde está incluida la práctica de este deporte de aventura.
Incluso son muchas las familias que durante cualquier sábado o domingo deciden coger el coche para llegar a los Pirineos, un lugar ideal para el descenso de barrancos, y disfrutar de una actividad donde tanto niños como adultos pueden experimentarán la adrenalina de los deportes de riesgo un paraje natural sin igual.
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Barranquismo con niños: Qué tener en cuenta
De una forma u otra, debido a pesar de que el barranquismo no encierra un riesgo real para el niño, no está de más tener en cuenta una serie de premisas para así poder practicarlo con total seguridad y tranquilidad:
Todo el material debe estar en buen estado. Tanto el traje de neopreno, arneses, casco como cuerdas se deben encontrar en perfecto estado con el objetivo de evitar cualquier tipo de incidente.
El niño deberá estar atento a su monitor. Ya es que este es en definitiva el que guiará al pequeño durante todo el descenso y también estará atento ante cualquier contratiempo que pueda surgir.
No está de más saber nadar. Unas pequeñas nociones de nado pueden resultar de lo más útil para el niño, ya que le ayudará a disfrutar completamente del barranquismo sin ningún tipo de preocupación.
En definitiva, como habéis podido comprobar, el descenso por barrancos y ríos es una actividad dirigida para todo tipo de públicos que no está de más probar al menos una vez en la vida. ¿Os apuntáis a practicarlo con nosotros?
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Me parece una actividad genial para practicar en familia. Hay que tener en cuenta el nivel de los participantes, y normalmente si hay niños lo recomendable es que el nivel sea más bajo. Siempre y cuando se vaya acompañado de un monitor/a especializado no hay ningún tipo de problema y puede llegar a ser una actividad genial. Estoy totalmente de acuerdo.
En Andalucía por ejemplo que es donde más lo practico he visto a muchas familias practicarlo en Río Verde, en Granada o en Jaén, en la Sierra de Cazorla.