Se ha producido una gran nevada y, los que tenemos dentro el gusanillo de la pasión por el esquí, es inevitable que miremos hacia las alturas, hacia las montañas que nos rodean, para soñar y empezar a hacer planes para la siguiente escapada blanca. Pero ojo, especialmente si vas a esquiar por terreno salvaje: los temidos aludes de nieve o avalanchas pueden hacer que una divertida aventura en la nieve acabe en un gran susto o, incluso, en tragedia.
Las avalanchas nos despiertan fascinación y temor a partes iguales. Pero, ¿qué son? Un alud es una enorme masa de nieve que se desliza rápidamente por la ladera de la montaña, normalmente en zonas con pendientes que oscilan entre los 30 y los 45 grados de inclinación.
Llegan a alcanzar velocidades sorprendentes, de 90 a 130 kilómetros por hora, y pueden ser provocadas por las personas (esquiando o practicando snowboard, por ejemplo), por fuertes vientos y por precipitaciones.
Los aludes de nieve son extremadamente peligrosos. Las personas que quedan atrapadas en uno de ellos lo tienen complicado para salir y hay un elevado riesgo de muerte por sofocación, trauma o hipotermia.
Así que toda precaución que tomemos para evitar toparnos con una puede salvarnos la vida. Aunque a menudo son impredecibles, podemos reducir mucho las probabilidades de sufrir un alud.
Toma nota de estos consejos de seguridad para prevenir situaciones de riesgo en tu próximo viaje de hotel + forfait, ya sea disfrutando de la nieve en España o en cualquier otro lugar. Es importante tener todos los detalles en cuenta.
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Consejos para prevenir los aludes de nieve
Los temidos aludes en la nieve no son siempre predecibles, pero con algo de experiencia y tomando ciertas cautelas podemos evitarlas o saber reaccionar mejor ante un susto. Tatúate estos consejos básicos si vas a practicar ski.
Aprende a identificar los aludes de nieve ¿Qué tipos de avalanchas existen? Es importante tener claro los tipos que hay:
- La avalancha de nieve polvo, que suele desatarse de forma espontánea en las siguientes 24 horas tras caer fuertes nevadas, hasta el punto de que la ladera no puede soportar tanto peso y se desborda (normalmente en estos casos, en nuestras montañas, se producen pequeños aludes de poca gravedad). Es uno de los tipos de nieve que puede llegar a provocar aludes de nieve.
- Las avalanchas de placa, que son muy impredecibles y son las principales causantes de accidentes fatales, que se forman al romperse una capa de nieve y deslizarse sobre otra, normalmente cuando hay viento o alguna sobrecarga externa como gente esquiando o con la tabla de snow.
- El alud de fusión, que lo provocan las subidas de temperaturas y las precipitaciones en forma de lluvias, fenómeno especialmente habitual durante la primavera, y que arrastran nieve con mucha fuerza. Estos últimos son los más predecibles.
Consulta los partes meteorológicos y de riesgo de aludes de nieve
Es una tarea que debes automatizar cada vez que vayas a la montaña, especialmente en condiciones de nieve. Hoy, gracias a las estaciones meteorológicas y webcams, como por ejemplo, las webcams de Andorra, se puede consultar el estado de las pistas en vivo y en directo para saber las previsiones de las próximas horas. En nuestra web encontrarás información tan útil como el tiempo en Grandvalira y otras muchas estaciones, lo cual es muy importante para prevenir situaciones complicadas. ¡Aprovéchalo!
En el caso concreto de los aludes, existe una escala europea que marca cinco niveles:
- Riesgo débil
- Riesgo limitado
- Riesgo notable
- Riesgo fuerte
- Riesgo muy fuerte
Es una tabla que marca la estabilidad del manto nivoso, la probabilidad de desencadenamiento de una avalancha y las recomendaciones para la realización de actividades. Solo el primer nivel, el verde, establece una actividad “casi sin restricciones”; el resto, aconsejan elegir el itinerario con precaución, evitar determinadas pendientes o áreas e incluso descartar todo tipo de actividad. Además de consultar los partes, ¡hay que hacerles caso!
Evaluar el terreno
Esto es algo que iréis aprendiendo y perfeccionando con la práctica. Ahora bien, el conocimiento siempre se puede acelerar estudiando o haciendo cursillos que nos ayuden a conocer mejor el terreno sobre el que nos deslizamos.
Grosso modo, podemos decir que en las laderas con inclinaciones medias y un gran manto de nieve, puede haber un elevado peligro de alud si debajo hay una pradera verde y sin rocas, por mucho que, a simple vista, parezca un paraíso blanco para esquiar.
También son especialmente vulnerables las zonas con acumulaciones de nieve de ventisca y las laderas de mucha pendiente que están en zonas sombreadas y cerca de riscos. Por ello, si deseas practicar raquetas de nieve y descubrir rutas increíbles, tienes que ir con cuidado por donde te metes.
Por otro lado, piensa que la mayoría de las avalanchas se repiten en los mismos lugares, así que estudiar el terreno y hablar con locales expertos te puede ayudar a determinar por qué zonas es mejor no acercarse o dónde están las vías de escape en caso de ver el inicio de uno de estos movimientos de la nieve.
El equipamiento imprescindible
ARVA, pala y sonda. Son los tres elementos que constituyen el material básico de rescate en el caso de que se produzca una avalancha. Si los llevas, las
probabilidades de supervivencia aumentan de forma exponencial, así que es esencial llevarlo si piensas esquiar en zonas y momentos con unos ciertos riesgos.
El ARVA es un aparato transmisor y receptor de señales a frecuencia determinada que ayuda a localizar a las personas en la nieve y enterradas bajo un alud en pocos minutos; la sonda es lo que dice a qué profundidad está la víctima; y la pala es el instrumento básico para apartar la nieve y rescatar a la persona que haya quedado atrapada.
Por supuesto, además de llevar estos instrumentos, ¡hay que saber utilizarlos! No esperes a una situación extrema para estrenarlos, porque entonces no será momento de hacer prácticas.
Y no solo tú, sino todo el grupo de esquiadores que te acompaña: de nada servirá que una persona sea un “crack” en el uso de equipamiento contra avalanchas, si queda atrapado por la nieve y el resto no lo tiene o no sabe cómo se utiliza. Por ello es importante tener un buen equipo de esquí para la temporada, esto puede disminuir los riesgos que uno pueda sufrir.
Por otro lado, también es interesante llevar mochilas que tengan airbags: los amantes del freeride cada vez apuestan más por este material que ayuda a la víctima de una avalancha a mantenerse a flote en la nieve.
A la montaña hay que ir acompañado
Es un consejo para evitar aludes de sentido común, pero de vez en cuando hay que recordarlo. Ir a la nieve en compañía, con la pareja, con la familia o con los amigos, es una buena manera de compartir momentos y de hacerlos más divertidos.
Pero no solo eso: también puede llegar a ser un seguro de vida. En caso de aludes en la nieve, estas personas son las que pueden ayudar a socorrer a la víctima con el ARVA, pala y sonda, así como dar el aviso a los medios de emergencia. En todo caso, tanto en las subidas como en las bajadas, debemos mantener una distancia de seguridad para evitar que, si se produce una avalancha, no quede todo el grupo sepultado por la nieve.
Al fin y al cabo, hay zonas más propensas a sufrir aludes de nieve pero eso no quita que, por ejemplo, si vas a esquiar en España, puedas tener alguna sitaución así, por ello es importante tener los conocismientos básicos sobre el tema.
Haz cursos de formación
Ya lo hemos mencionado antes, el conocimiento es básico. Algunas estaciones de esquí y clubes de montaña ofrecen clases especializadas para prevenir aludes de nieve y ayudarnos a saber por dónde nos movemos, algo imprescindible si pensamos salir a esquiar mucho por nuestra cuenta por zonas vírgenes.
También se organizan escapadas de esquí a la montaña con la compañía de guías, que nos explicarán sobre el terreno cómo podemos identificar las zonas con riesgo de aludes. Y es que uno de los mejores elementos de prevención es la formación.