El Pirineo Aragonés no necesita muchas presentaciones: es un destino ideal todas las épocas del año para los amantes de la naturaleza y de los deportes de aventura. En verano, nos esperan paisajes idílicos y muchas rutas de senderismo, alta montaña, BTT, escalada, barranquismo, etc.; mientras que en invierno, sus montañas albergan algunas de las estaciones de esquí más emblemáticas de España. Te esperan panorámicas que entusiasman, lagos sorprendentes a mucha altitud, aventuras inolvidables con grandes dosis de adrenalina… y, para complementar todo esto, localidades con mucho encanto. ¿No sabes a dónde ir? Estos son los mejores pueblos del Pirineo Aragonés.
Salta directamente a:
- 1 Aínsa, un pueblo del Pirineo Aragonés de ensueño
- 2 Benasque, una parada obligatoria para ascender a los picos
- 3 Cerler, el pueblo más alto del Pirineo Aragonés
- 4 Lanuza, la sede de un conocido evento musical
- 5 Sallent de Gállego, la capital del Valle de Tena
- 6 Canfranc, un pueblo de muchos caminos
- 7 Hoz de Jaca, el pueblo que alberga la gran tirolina
- 8 Hecho, un paraje típico del Pirineo Aragonés
- 9 Graus, uno de los pueblos más antiguos de Huesca
- 10 Roda de Isabena, la localidad más pequeña de España
Aínsa, un pueblo del Pirineo Aragonés de ensueño
Sin duda, uno de los pueblos del Pirineo Aragonés de visita imprescindible. Es conocido por su imponente castillo, en el epicentro del municipio, y que está declarado Bien de Interés Cultural y Monumento Histórico Artístico. Los amantes de la arquitectura deberían pasarse por la Iglesia de Santa María, que se construyó entre los siglos XI y XII, y la Casa Arnal, que data del siglo XVI.
Aínsa nos muestra una estampa medieval con casas de estilo gótico y balcones de lo más espectaculares. Además, aquí está el Centro de Interpretación del Geoparque Sobrarbe. A una hora en coche están algunas de las mejores estaciones de esquí de los Pirineos y cerca de pueblos con encanto el el Pirineo Francés como Saint-Lary-Soulan y Piau-Engaly.
Benasque, una parada obligatoria para ascender a los picos
¿Quién ha ido al Pirineo Aragonés y no ha pasado por Benasque? La capital del valle de su mismo nombre, es paso obligatorio para subir a picos emblemáticos como el Aneto o para subir al pequeño pueblo de Cerler y a sus pistas de esquí. Vale la pena pasear por su casco histórico, con multitud de restaurantes, bares y tiendas especializadas en material de montaña.
En sus alrededores, te puedes perder por los infinitos senderos que se adentran en el Parque Natural Posets Maladeta, con rutas para alpinistas y también aptas para el público más familiar. ¡Hay hasta 13 glaciares en los macizos que rodean el pueblo!
Cerler, el pueblo más alto del Pirineo Aragonés
Muy cerquita de Benasque, es el pueblo más alto del Pirineo Aragonés, por lo que desde sus calles podremos apreciar unas vistas espectaculares del entorno. Es un municipio con mucho encanto, repleto de casas típicas de piedra y tejados de pizarra (arquitectura popular), y con puntos de interés como la Iglesia de San Lorenzo, cuyo origen podría ser románico; o la “casa del Ratoncito Pérez”, que tiene puerta, buzón para dientes y un pequeño jardín, todo un reclamo turístico para familias con niños pequeños.
En invierno, este pequeño pueblo se convierte en un bullicioso núcleo urbano lleno de esquiadores gracias a las instalaciones que dispone para esquiar en Cerler, una de las estaciones más conocidas del Pirineo Aragonés, con restaurantes en pistas y servicios idóneos para una escapada fantástica.
Lanuza, la sede de un conocido evento musical
Nos vamos al Valle de Tena para conocer uno de los pueblos más bonitos del Pirineo Aragonés: Lanuza. Está a apenas 3 kilómetros de las pistas de esquí de Formigal y a solo 10 kilómetros de las de Panticosa y junto a un embalse. Está repleto de casas de piedra y tejados de pizarra.
En un momento en el que se habla tanto del valor de lo rural y de la importancia de luchar contra el despoblamiento de las zonas de interior, como curiosidad, debes saber que el pueblo se quedó abandonado hacia 1970 porque se preveía que las aguas del pantano ahogaran el pueblo (como así ocurrió con tantos otros).
Finalmente no ocurrió, y el pueblo se salvó… pero sin habitantes. Así que diferentes personas se unieron para recuperarlo en las últimas décadas y hoy llega a tener tanta vida que incluso acoge el evento musical más conocido de la cordillera: el Festival Pirineos Sur, con un escenario que flota sobre las aguas del embalse.
Sallent de Gállego, la capital del Valle de Tena
Otro pueblo cercano para esquiar en Formigal y Panticosa, uno de los mejores lugares para disfrutar de la nieve en España y que es la capital del Valle de Tena. La arquitectura es parecida, con un urbanismo hecho a base de calles estrechas y empinadas y casas de piedra. No dejéis de visitar edificios emblemáticos como el Casino, el Ayuntamiento, el puente de origen medieval que cruza el río Aguas Limpias o la estatua del “Gigante de Sallent”, en honor a una persona que existió realmente a finales del siglo XIX y que llegó a medir 2,29 metros de altura.
Canfranc, un pueblo de muchos caminos
Uno de los pueblos con encanto del Pirineo Aragonés, sin duda: Canfranc está en la comarca de la Jacetania, en Huesca, muy cerca de la frontera con Francia. Además, es encrucijada de muchos caminos, ya que por aquí pasa el Camino de Santiago, el “Summus Portus” de los romanos y la línea internacional de ferrocarril.
De hecho, uno de los puntos de interés más emblemáticos del pueblo es la Estación Internacional de Canfranc, uno de los planes imprescindibles que ver y hacer en el Pirineo Aragonés. El derrumbe de un puente provocó el abandono del edificio a partir de 1970, llegando a un estado muy decadente. Con los años, se declaró Bien de Interés Cultural y se catalogó como “monumento” y se inauguró una nueva terminal (en 2021). Tras meses de reformas, el interior albergó un hotel de lujo en 2023.
Cerca de Canfranc hay estaciones de esquí muy conocidas para reservar un hotel más forfait en el Pirineo Aragonés, como por ejemplo, esquiar en Astún y Candanchú.
Hoz de Jaca, el pueblo que alberga la gran tirolina
Un precioso pueblo en la comarca de Alto Gállego, con atractivos turísticos como la Iglesia Parroquial de los Santos Reyes, de estilo barroco y que se construyó entre los siglos XVII y XVIII, así como el Balcón del Muro, un espectacular mirador que está colgado sobre un acantilado y que nos regala grandes panorámicas del valle y del embalse de Búbal.
Aquí está también una de las famosas tirolinas del Valle de Tena, la doble más larga y alta de Europa, y se encuentra cerca de las pistas de esquí de Panticosa.
Hecho, un paraje típico del Pirineo Aragonés
Un pueblo precioso que comparte nombre con el valle donde está ubicado. Tiene gran encanto gracias a la arquitectura medieval que preside sus calles. En una visita a Hecho no debes dejar de acudir a la iglesia parroquial, que cuenta con un museo etnológico que nos ayuda a conocer la vida y costumbre de las gentes del lugar, con una importante colección de utensilios tradicionales y trajes chesos, que son típicos de los pueblos del Pirineo Aragonés.
Graus, uno de los pueblos más antiguos de Huesca
Si algo destaca en este encantador pueblo del Pirineo Aragonés es que es una de las villas más antiguas de Huesca. El casco antiguo está declarado Conjunto Histórico-Artístico y vale la pena perderse por sus calles, tranquilamente y sin prisas, admirando cada unió de sus rincones. Entre los edificios que verás te sorprenderán la antigua iglesia parroquial de San Miguel y la Basílica de Nuestra Señora de la Peña, de estilo gótico.
Las fiestas patronales de Graus, que se celebran del 12 al 15 de septiembre, están declaradas de Interés Turístico. Una buena excusa para visitar el pueblo.
Roda de Isabena, la localidad más pequeña de España
Acabamos esta lista de recomendaciones de los pueblos más bonitos del Pirineo Aragonés para visitar con una curiosidad: una localidad de apenas 60 habitantes que es, por tanto, la más pequeña de España que cuenta con una catedral, la de San Vicente Mártir. Se construyó entre los siglos XI y XII y es de estilo románico lombardo. Y si no eres muy de visitar templos, también puedes simplemente dejarte llevar por las preciosas calles empedradas del pueblo, sus miradores y la plaza mayor.