Qué hacer en Chamonix: 10 planes en el paraíso alpino

El Valle de Chamonix-Mont Blanc es la cuna del montañismo en Europa. En el departamento de Alta Saboya, encontramos uno de los pueblos de los Alpes Franceses más bonitos, el; Six-Fer-à-Cheval. Está en el corazón de los siempre legendarios Alpes. Este pueblo alpino se encuentra en Francia, aunque está pegado a Suiza e Italia (de hecho, muchos vuelan a Ginebra para acercarse a la base del Mont Blanc).

Chamonix es sinónimo de alpinismo porque tiene la montaña más alta de Europa, el Mont Blanc, pero lo cierto es que atrae a turistas de todo tipo por la espectacularidad de su entorno y de sus paisajes. Es un destino con gente todo el año: en verano y otoño, es cuando más gente se anima a intentar hollar sus altas montañas; en invierno, en cambio, son toda una referencia sus pistas de esquí.

Aquí podemos ponernos las botas y hacer rutas míticas, pero también conocer pueblos preciosos, degustar una cocina sin parangón y mucho más. ¿Qué prefieres? Te damos diez ideas que hacer en Chamonix en tu viaje de esquí a los Alpes.

 

1. Descubrir el pueblo de Chamonix

¿Qué hacer en Chamonix? Primero, ¡ver Chamonix! Es uno de los pueblo de montaña con más encanto de los Alpes Franceses, de 8.600 habitantes muy turístico, así que tiene de todo: calles comerciales con tiendas, cafeterías, chocolaterías… todo adornado con un escenario de gran belleza, con las montañas de los Alpes, entre las que destaca el Mont Blanc, que se ve desde el núcleo urbano.

No te faltan los atractivos típicos de los pueblos de montaña, como un río que atraviesa el municipio y puentes que salvan su recorrido. En invierno, el paisaje es de postal, ya que es habitual la presencia de nieve.

No dejéis de ver la Iglesia de Saint Michel y, los amantes de la montaña, tenéis una visita obligatoria en el Museo Alpino, en un edificio de la Belle Époque, que nos cuenta con todo lujo de detalles la relación de Chamonix con su entorno natural y con el deporte de montaña.

2. Subir el Mont Blanc

Sin duda, una de las cosas que hacer en Chamonix más representativas… aunque para nada apta para todos los públicos. Solo los alpinistas veteranos y con mucha experiencia pueden
lanzarse a esta aventura que no está exenta de peligro. Tiene más de 4.800 metros de altitud y la ascensión es dura físicamente y también técnica.

La subida más popular es la que sale del refugio Gouter, a 3.835 metros. Desde aquí todavía quedan 1.000 metros de desnivel. Si vais preparados, pero no lo veis claro, una buena opción siempre es contratar un guía de montaña que os marcará el mejor camino y cuándo es más conveniente iniciar la ascensión.

3. Tren cremallera de Montenvers

Un plan que encantará a todo tipo de públicos y que es muy típico en Chamonix. Os proponemos subir a un peculiar tren cremallera rojo que hunde sus raíces en 1908 y que lleva
hasta la estación del Hotel de Montenvers, junto al glaciar Mer de Glace (el más grande de Francia y uno de los más extensos de Europa), tras hacer un precioso recorrido por la ladera de la montaña. Hay altura, así que las personas con vértigo deberían ponerse al otro lado del vagón.

Vale la pena para acercarse sin esfuerzo a una zona de alta montaña y, una vez allí, dejarse seducir por sus paisajes y dar un paseo por los alrededores. Destaca la ruta senderista Signal Forbes, que asciende hasta los 2.198 metros.

4. La Grotte de Glace

Se trata de una impresionante cueva de hielo que está a los pies del glaciar Mer de Glace, por lo que podemos combinar este plan cerca de Chamonix con el anterior. Esta curiosa gruta
visitable tiene 100 metros de largo y unos colores azules sorprendentes en su interior. Ahora bien, para adentrarte en ella hay que bajar alrededor de 400 escalones… y todo lo que se baja,
¡luego hay que subirlo!

La visita a la Grotte de Glace es muy interesante porque también ayuda a concienciarnos sobre los impactos del cambio climático, ya que en ella se aprecia el retroceso que ha tenido el glaciar en los últimos años.

5. El Tranvía del Mont Blanc

Si no estáis preparados para subir a la mítica cima de la montaña más alta de Europa, siempre puedes disfrutar de sus vistas cómodamente con el Tranvía del Mont Blanc. Como curiosidad te diremos que es el tren cremallera más alto de Francia: llega hasta los 2.372 metros de altitud.

Para cogerlo, tendremos que ir a Le Fayet o Saint-Gervais. Tiene dos paradas: Bellevue y Nid d’Aigle (solo en funcionamiento en verano). Una vez en destino, tenemos la opción de hacer varias rutas en las proximidades; de hecho, de aquí parten muchos alpinistas para hacer la ascensión del Mont Blanc por los refugios de Tête Rousse y Goûtier.

6. Esquiar en Chamonix

Chamonix es toda una referencia para los alpinistas, pero también para los esquiadores europeos. La estación de esquí de Chamonix tiene 172 kilómetros de pistas y 60 remontes que
ayudan a desplazarse por cuatro sectores: Brevant/Flegere, The Grands Montets, Les Houches y Le Domaine de Balme. Esquiar en Chamonix es todo un reto, ya que la cota mínima está a 1.000 metros y la máxima, a 3.275 metros de altitud, ofreciendo a los turistas de todo el mundo, un viaje a la nieve en Chamonix único y desafiante.

7. Après-ski en Chamonix

En Chamonix, hay uno de los mejores après-ski de Europa. Para aquellos amantes de la fiesta y la marcha, en Chamonix encontramos La Folie de Chamonix Mont-Blanc 1850. Forma parte de La Folie Douce de los Alpes Franceses, y es que este evento no solamente lo encontramos en Chamonix, sino que están repartidos por todos los Alpes Franceses. Por eso tiene tanta fama en Europa.

8. La montaña rusa Alpine Coaster

¿Te imaginas subirte a una montaña rusa a 1.054 metros de altitud y en medio de Los Alpes? Es la divertidísima propuesta de Alpine Coaster en Chamonix. Abre todo el año (a excepción de noviembre), incluso cuando llueve, y es apta para toda la familia.

Esta peculiar montaña rusa tiene 1.300 metros de longitud y hace un recorrido plagado de saltos, curvas y giros de 540 grados. Se viaja a bordo de un trineo totalmente seguro en el que pueden ir hasta dos adultos. Es la atracción estrella del Parque de Ocio de Chamonix.

9. Rutas cerca de Chamonix

Si no os veis con la suficiente preparación técnica ni física como para abordar un gigante como el Mont Blanc, no os preocupéis, porque en los alrededores de Chamonix tenéis un auténtico paraíso para practicar un senderismo más asequible, tienen unas vistas más espectaculares. Una buena idea es subir a la Aiguille du Midi con el teleférico -¡no os perdáis su increíble “paso al vacío”, una caja con cristales transparentes suspendida a 1.000 metros de altura!-. Una vez allí, hacer una ruta sencilla como la del Balcón del Norte.

Otra propuesta es subir a la telecabina de Chamonix a Plan Praz, uno de los telesillas más famosos de los Alpes Franceses a 1.999 metros de altitud, desde donde también parten diferentes rutas de senderismo.

10. La “playa de Chamonix”

Si vais a Chamonix en verano, quizás os apetezca pegaros un baño. En ese caso, no debéis perderos una escapada al Lac Passy, a una media hora en coche entre Passy y Sallanches. Es un gran lago que, a efectos prácticos, es algo así como la “playa de Chamonix”. En lugar de arena y un horizonte marino, te espera un chapuzón rodeado por las montañas de los Alpes. Ideal para familias.

11. Turismo en Annecy

Cambia las botas de montaña por las zapatillas o los zapatos y descubre uno de los pueblos más pintorescos cerca de Chamonix: Annecy. Está a las orillas de un lago con el que comparte nombre y es conocida también como “la Venecia de los Alpes”, porque un río y un canal atraviesan su casco antiguo y le dan un toque de lo más especial.