Panticosa no es un municipio que destaque por sus monumentos ni vestigios históricos, pero sí por su exuberante belleza. Es un pueblo enclavado en el Valle de Tena, uno de los 10 pueblos del Pirineo Aragonés más bonitos y al norte de la provincia de Huesca, rodeado de picos agrestes y embalses. Hay muchas cosas que ver y hacer en el Valle de Tena, es un lugar lleno de pueblos de cuento y ideal para esquiar. Está formado por tres núcleos de población: Panticosa, Baños de Panticosa y El Pueyo de Jaca.
Es un destino que nunca defrauda a los amantes de la naturaleza y que cobra una personalidad propia en cada época del año. En invierno y primavera, Panticosa es punto de referencia de esquiadores y snowboarders por su importante estación de esquí; en verano y otoño, las temperaturas agradables y la sorprendente paleta de colores de sus parajes lo convierten en un lugar ideal para hacer rutas a pie, en BTT, a caballo, etc. También es un buen sitio al que viajar, simplemente, para relajarse.
Descubre qué hacer en Panticosa en cualquier momento del año con estos diez planes y exprime al máximo tu escapada a un entorno natural único.
Salta directamente a:
- 1 1. Balneario de Panticosa
- 2 2. Estación de esquí Formigal-Panticosa
- 3 3. Esquí nórdico y raquetas de nieve
- 4 4. Pueblo de Panticosa
- 5 5. El tren de El Sarrio
- 6 6. Las pasarelas de Panticosa
- 7 7. Senderismo en Panticosa
- 8 8. Gastronomía en Panticosa
- 9 9. Visitar pueblos con encanto cerca de Panticosa
- 10 10. Subir al Telecabina de Panticosa
1. Balneario de Panticosa
Sino sabes donde dormir en Formigal- Panticosa, el Balneario de Panticosa es sin lugar a dudas el lugar perfecto, para relajarse y disfrutar. Este balneario es famoso ya que está considerado uno de los más antiguos de Europa. Se dice que los romanos ya aprovechaban sus aguas termales, como así lo atestigua el manantial de Tiberio; sin embargo, no fue hasta finales del siglo XIX cuando ganó gran prestigio en España.
En la actualidad, el Balneario de Panticosa es un moderno complejo de bienestar con más de 8.500 metros cuadrados de aguas terapéuticas y todo un referente estatal en tratamientos, con grandes equipamientos como piscina exterior con chorros, iglú con cromoterapia o vaporarium con esencias de eucalipto. No podemos dejar de destacar su impresionante entorno, en el que sobresalen los picos Argualas y el Garmo Negro.
2. Estación de esquí Formigal-Panticosa
El invierno es la época más animada para acercarse a Panticosa por su afamada estación de esquí, que está unida a la cercana Formigal. Tiene más de 180 kilómetros esquiables y un total de 147 pistas de todos los niveles de dificultad. Se desarrolla en seis valles, con cotas que van de los 1.145 a los 2.265 metros de altitud. Es una gran opción para hacer una escapada a la nieve en Formigal-Panticosa, ya que esta estación, es una referencia estatal del esquí, es buen destino tanto para debutantes como para veteranos. Si no te quieres perder como está la nieve, puedes ver las Webcams en Formigal-Panticosa para ver la que está cayendo.
Además, es un destino de nieve apropiado para familias por todos los servicios infantiles que ofrece. Si no quieres perder el tiempo yendo del hotel a la estación de esquí, hay mucha variedad de hoteles a pie de pistas en Formigal, como el hotel Saliecho, Hotel Snö Formigal y el Hotel Nievesol, entre muchos otros… Por cierto, da la oportunidad de practicar esquí nocturno en trineo clásico de madera. Igualmente, para quienes buscan fiesta tienen varias opciones muy cerca de Panticosa, como; Marchica en Formigal, muy popular entre los jóvenes y Roto en Formigal, un après-ski ibicenco que no te puedes perder donde aparte de fiesta también es uno de los mejores restaurantes en Formigal. En general, Panticosa tiene un après-ski con un ambiente muy animado y mucha marcha.
3. Esquí nórdico y raquetas de nieve
Si buscas hacer algo diferente en la nieve en época invernal, no te pierdas el Circuito de Esquí Nórdico del Balneario de Panticosa. En un emplazamiento único, al lado de un lago y repleto de picos que superan los 3.000 metros de altura, podrás explorar diferentes rutas a otro ritmo que el de las pistas de esquí. Para disfrutar de la experiencia, no te pierdas el tiempo en Panticosa para saber cuando ir. Dentro del Circuito Nórdico del Balneario, hay tres circuitos: nivel iniciación, medio y experto. Allí podrán recomendarte el equipo para la temporada de esquí como de raquetas de nieve que necesitas.
Además, en Panticosa, está la famosa Ruta por Baños de Panticosa e Ibones de Ordicuso, una de las rutas en raquetas de nieve más increíbles en todo el Pirineo Aragonés, donde arriba de las montañas encontramos lagos completamente helados en pleno invierno. Es una de las muchas cosas que ver y hacer en el Pirineo Aragonés.
4. Pueblo de Panticosa
Como decíamos, el pueblo de Panticosa no tiene muchos elementos históricos reseñables, aunque podemos ver la iglesia de la Asunción del siglo XVI o el puente del Concellar. Piérdete por las calles del pueblo de Panticosa en cualquier época del año y descubre su arquitectura popular pirenaica, con preciosas casitas de piedra y madera con tejado de pizarra negra.
Si por algo destaca Panticosa es por su atractivo natural, que nos dejará con la boca abierta. De hecho, gran parte del municipio está ocupado por el Monumento Natural de los Glaciares Pirenaicos, que es un conjunto de macizos montañosos que destacan por su valor científico, cultural y paisajístico.
5. El tren de El Sarrio
Un plan divertido que podemos hacer en el entorno de Panticosa es tomar el tren de alta montaña El Sarrio. Se trata de una locomotora sobre neumáticos donde los pasajeros van acompañados por un guía que va dando explicaciones de la fauna, del lugar, etc. Sale del pueblo y es un trayecto de unos 50 minutos hacia el precioso valle de la Ripera, a 1.520 metros
de altitud.
Una vez allí, hay diferentes rutas señalizadas para todo tipo de públicos. También hay mesas de picnic y unas pozas que ayudarán a refrescar los días más cálidos del verano.
6. Las pasarelas de Panticosa
Un plan imprescindible que hacer en Panticosa es visitar sus conocidas pasarelas, que sobrevuelan el río Caldarés. Estos pasos colgantes tienen 800 metros de longitud en plena
naturaleza salvaje, en un entorno con pozas y precipicios de vértigo con mucha verticalidad.
Podemos hacer el recorrido de las pasarelas de Panticosa en una hora, aproximadamente. Con él también conoceremos el Mirador O Calvé, uno de los que tiene mejores panorámicas de los alrededores, y podremos acercarnos a la historia más reciente con algunos búnkeres que sobreviven de la Guerra Civil española.
7. Senderismo en Panticosa
Además de las rutas que ya hemos señalado, el senderismo es uno de los grandes atractivos turísticos de Panticosa, especialmente en verano y otoño. Si queréis hacer algo sencillo, pero precioso, es salir del parking del Balneario de Panticosa y caminar el sendero de 2,5 kilómetros siguiendo el GR-11- que nos acerca a varios templetes que protegen los manantiales de estas famosas aguas termales, así como al Mirador del Pino y al Mirador de la Reina.
Otro paseo sencillo es la circular de la estación de esquí de Panticosa y El Pueyo de Jaca, un núcleo con mucho encanto junto al embalse de Búbal. Caminaremos alrededor de una hora y media y es apto para el público familiar.
Los que quieran algo más de caña, tienen muchas ascensiones en las proximidades de Panticosa, como Garmo Negro. También pueden hacer la ruta que atraviesa el parque faunístico de Lacuniacha, de 4,5 kilómetros, en Piedrafita de Jaca. Cerca de Panticosa, encontramos una de las rutas de senderismo del Pirineo Aragonés más famosas, la ruta a la Cola de Caballo, en Sale de la Pradera de Ordesa, eso si, esta, es muco más larga, con un total de 17,5 kilómetros y 5-6 horas andando.
8. Gastronomía en Panticosa
¿Qué sería de un viaje a Panticosa, destino de alta montaña, sin sus deliciosos manjares elaborados de forma casera y con productos de proximidad? Saborea su cocina rústica, en los
que predominan los platos con setas, carnes de caza (como el jabalí y el corzo), embutidos (morcilla, longaniza…), legumbres, hortalizas y pescados de los ríos y embalses (donde destaca
la trucha pirenaica).
Sino sabes qué hacer en una estación de esquí si no esquías, una opción de mucho caché, es La Glera en Panticosa, un gran sitio para disfrutar de la gastronomía. Una cabaña muy acogedora y exclusiva que está en el sector de Formigal de la estación de esquí.
9. Visitar pueblos con encanto cerca de Panticosa
Si eres de los que les gusta pasear sin rumbo por pueblos rurales con un encanto especial, además de Panticosa, tienes otras opciones para redondear tu viaje. Destacan Lanuza, que
estuvo a punto de ser devorado por un embalse y donde hoy se ha consolidado el Festival Pirineos Sur en julio; Sallent de Gállego, con empinadas calles, una bonita arquitectura tradicional y un puente medieval; y Hoz de Jaca, donde se para el reloj y con un increíble mirador.
10. Subir al Telecabina de Panticosa
Este remonte de la estación de esquí de Panticosa no nos acerca a su paraje de alta montaña únicamente en temporada de nieve, ya que abre todo el año, también en verano. Una buena
alternativa para acercarnos a las pistas, pero también a una zona con muchas rutas de trekking y de BTT.
El telecabina de Panticosa, sale del núcleo urbano de Panticosa –del área de servicios para autocaravanas- y asciende de los 1.180 metros a la cota 1.900. Un trayecto de 15 minutos que es, en sí, un espectáculo para la vista.