Hoy te traemos tres tips para ayudarte en la elección de tus botas de snowboard. Puede que no sean para elegir ‘la mejor’, pero si la que más te conviene según tu forma de surfear o el nivel o presupuesto que tengas. ¿Listo? ¡Vamos allá!
Seguro que muchos de vosotros estáis aprovechando estas semanas para dedicaros a aquello que más nos gusta, la nieve y el snowboard. La verdad que estas semanas están siendo muy propicias para realizar cualquier deporte de invierno en nuestra geografía, donde la temporada de nieve es sensiblemente más corta que en otras parte de Europa. Sea cual sea tu destino predilecto, seguro que encuentras un buen precio entre nuestros paquetes de Hotel + Forfait.
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Cómo elegir botas de snowboard
A la hora de realizar este tipo de actividad, se antoja muy importante disponer del material adecuado. Primero es necesario contar con una tabla de snowboard, ya sea vuestra, de alquiler o prestada, que sea de vuestra talla y aporte la estabilidad suficiente. La segunda pieza del equipo son las botas. Unas botas que, si pensamos comprar, deberemos estudiar si se ajustan o no a nuestras necesidades. Que nos protejan del frío y que además aporten la flexibilidad necesaria a la hora de realizar cualquier movimiento.
Para esto último seguro que muchos de vosotros andáis bastantes perdidos en el tema, pero no os preocupéis, a continuación os daremos los 3 aspectos que debéis tener en cuenta a la hora de comprar unas botas de snowboard.
El sistema de ajuste
En la actualidad se pueden encontrar botas con distintos sistemas de ajuste con el objetivo de contentar a los usuarios más exigentes. En primer lugar, nos encontramos con el ajuste clásico, que no es más que un cordón atado a la bota con el que se puede hacer un nudo.
A continuación, también existe el ajuste rápido, donde un simple cierre de plástico será el que haga de unión entre los cordones sin necesidad de atarlos. Por último, está el ajuste BOA. Se trata de un mecanismo más moderno, con el que se consigue una mayor sujeción y resistencia gracias a una ruedecilla ajustable con un cable.
Pié bien sujeto pero confortable
Los pies son los encargados de enviar las “órdenes” a la tabla para que esta se mueva a nuestro antojo. Por esta razón, es también importante que esta zona quede debidamente sujeta dentro del botín.
A partir de ahí, también debes de asegurarte de que tus pies quedan ajustados y calientes ante las bajas temperaturas del exterior. Para ello, es aconsejable probarse la bota directamente con los calcetines de inviernos puestos.
Atención a la flexibilidad
Otro de los aspectos más importantes tiene que ver con el de la flexibilidad. Aquí depende un poco del nivel que tengamos y por tanto el grado de flex podrá variar según el tipo de actividad que queramos realizar.
Si lo que buscamos es simplemente descender por una pista de nieve dura sin mayores pretensiones, lo mejor que podemos hacer es optar por una bota dura y rígida. De esta forma, conseguiremos una mejor respuesta ante la tabla.
Si por otro lado queremos practicar por nuestra cuenta haciendo todo tipo de giros y saltos al más puro estilo freestyle, en esta ocasión es mejor elegir un modelo más blando y flexible que nos aporte una mayor libertad de movimientos.
Probárselas es imprescindible
Como consejo final, nunca os dejéis llevar por la estética de la bota. Es mucho más importante que esta sea cómoda, resistente y flexible. Para conseguirlo, no tengáis miedo a probárosla cientos de veces hasta que consigáis lo siguiente:
- Debéis estirar debidamente las piernas cuando os las probéis. Para ello, el dedo gordo del pie debe tocar levemente la puntera del botín.
- Hay que flexionar las rodillas y apoyarlas en todas las sujeciones. De esta manera, os aseguráis de que todo el sistema de ajustes funciona a la perfección.
- El pie debe estar apretado. Tiene que haber la presión justa hasta conseguir que el tobillo gire levemente sin que nos duela el pie.
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Hay que probárselas. Y hay que probárselas un ratito y haciendo movimientos. Es un elemento muy importante como para elegir al tuntún.